Y de repente, un nuevo escándalo por sun supuesto dóping positivo se desató en las arenas olímpicas. El encargado de tirar la primera piedra fue el francés Camille Lacourt, subcampeón del mundo de 100 metros espalda, quien cargó con todo contra los nadadores chinos, uno de los cuales, según confesó, "mea violeta".

"Me entran ganas de vomitar", dijo el nadador francés, medallista en mundiales y europeos pero que ni en Londres 2012 ni ahora en Río ha logrado la presea. Quinto en la final de los 100 metros espalda, especialidad en la que llegaba como subcampeón del mundo y campeón de Europa, el nadador francés dijo a medios franceses sentirse "asqueado" por haber sido batido por un chino, Xu Jiayu, plata en esa final.

A partir de ahí, recién salido de la piscina, Lacourt cargó con dureza contra los chinos y puso en el centro a Sun Yang, que purgó una pena de tres meses de suspensión tras haber dado positivo y que, posteriormente ganó la final de los 200 metros libres.

"Me da mucha tristeza ver mi deporte comportarse de esta manera. Se parece al atletismo, con dos o tres dopados en cada final. Espero que la FINA (la Federación Internacional de Natación) reaccione rápidamente y detenga esta masacre", aseguró el atleta.

"Nunca he tomado un producto prohibido, pero cuando veo a los otros, da la impresión de que sí. No tienen nada que hacer en el deporte. Deberían hacer su Federación de dopados y competir entre ellos. Me asquea ver a tramposos en los podios. En el 200 libre, Sun Yang, mea violeta", indicó.