Max Mosley, el exjefe del organismo que rige la Fórmula 1, falleció a los 81 años producto de un cáncer, informó el lunes su familia.

"La familia de Max Mosley puede confirmar que él murió anoche víctima de cáncer. Ellos piden que se les permita atravesar el duelo en privado", indicó un comunicado.

Su viejo amigo y compañero en el mundo de las carreras de autos Bernie Ecclestone le rindió homenaje.

"Fuimos como hermanos por 50 años", dijo Ecclestone, de 90 años, a Reuters por teléfono desde Ibiza. "Es mejor que se haya ido y haya dejado de sufrir", sostuvo.

Hijo menor de Oswald Mosley, líder del movimiento facista británico de la década de 1930, Mosley fue piloto de carreras, dueño de una escudería y abogado antes de convertirse en presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) en 1993.

Ganó un caso de alto perfil sobre privacidad al diario News of the World en 2008 después de reportes que informaban que había tomado parte de una "enfermiza orgía nazi".

Más tarde entregó respaldo financiero a la corte sobre los costos que tuvieron que afrontar los demandantes por los casos de hackeo telefónico del diario.

Mosley, educado en la Universidad de Oxford, y Ecclestone, que era hijo de un pescador, forjaron una estrecha alianza.

Juntos manejaron la gestión del deporte desde los comienzos con algunos aficionados hasta convertirse en un negocio de 1.000 millones de dólares, al tiempo que impulsaban medidas de seguridad muy necesarias.

"Teníamos opiniones diferentes, pero podíamos hablar entre nosotros sobre ellas y resolverlas, fueran las que fueran", dijo Ecclestone.

"Era un tipo muy sencillo, Max. Hizo mucho por el deporte, hizo mucho por la industria en general para asegurarse de que la gente cumpliera con las regulaciones correctas cuando fabricaban autos de carrera", expresó.

"Si pensaba que era necesario hacer algo y alguien debía ser castigado, Max era el indicado para hacerlo".

Esas medidas incluyeron una multa de 100 millones de dólares para McLaren, que también perdió todos los puntos del campeonato de constructores, en una controversia por espionaje de 2007 que involucró datos de Ferrari.