Con la llegada del verano y las altas temperaturas, más locales gastronómicos aprovechan para ampliar sus espacios en la vía pública. Para esto, deben obtener un permiso municipal que los habilita a sumar mesas al aire libre, aunque en muchos casos las mismas deban ser colocadas directamente en la calle, separadas por vallas o conos para delimitar su área de aquella por donde circulan vehículos.

Se trata de una medida que fue fijada por el municipio en septiembre del año pasado. En ese entonces, el decreto Nº 1.259/2020 estableció que "de forma excepcional", se autorizaba a los comercios gastronómicos "a la colocación de mesas y sillas en el espacio público, teniendo en cuenta los protocolos de cuidado e higiene del rubro, en el marco de la emergencia sanitaria vigente y mientras dure el "distanciamiento social preventivo y obligatorio".

La realidad es que más allá de la cuestión sanitaria, los comerciantes lo ven como una forma de atraer el consumo en una época en la que las personas buscan disfrutar al aire libre. Esto explica el motivo por el cual, pese a contar con la posibilidad de trabajar con una ocupación del 100% en su interior según el último decreto provincial, los bares optan por seguir extendiéndose hacia afuera.

"Nos ayuda un montón con las ventas porque ya la gente no quiere estar encerrada y las mesas afuera son una opción para poder darle a más personas esta posibilidad. Además, esto ya venía funcionando en otros lugares del mundo desde antes de la pandemia y en Argentina veníamos demorados así que esperamos que siga vigente, señaló Fernando Santarelli a Ecos365, dueño del Comedor Balcarce y del restaurante Negré.

En su caso, el gastronómico pudo concretar la ampliación en ambos locales, a pesar de encontrarse en zonas muy transitadas de la ciudad como son la esquina de Italia y Jujuy en el caso de Negré y la de Brown y Balcarce en el caso del Comedor. Para esta última, explicó que solo le fue habilitada la ampliación por calle Balcarce y los días en donde hay doble estacionamiento que son los viernes, sábados, domingos y feriados.

Vale destacar que los negocios no pagan un extra por dicha ampliación. A cuenta de ellos solo corre la gestión de los elementos que se utilizarán para delimitar el perímetro donde ubican el mobiliario.

Sobre este punto, Leo Santero, titular del Gran Chopp, explicó que los bares, al abonar el DREI, pagan el derecho de registro e inspección y también un adicional por el uso de vereda, quedando la extensión por fuera al ser habilitada en el marco de crisis sanitaria.

El gastronómico fue uno de los primeros en tramitar el permiso de extensión para su local de calle Pellegrini y Presidente Roca. En este sentido, consideró que "hay ciertas decisiones que tienen que ver con la pandemia que no se van a ir" aunque la misma finalice, haciendo alusión a que esta habilitación llegó para quedarse. Sin embargo, consideró que para que pueda continuar, la Municipalidad debería rever ciertos permisos por cuestiones de seguridad para con los clientes y los conductores.

"Yo vi ciertas colocaciones de mesas y sillas en la calle que son hasta peligrosas, que están ubicadas en zonas muy transitados, donde los autos tienen poco espacio para pasar y en esquinas donde doblan los colectivos con muy poco margen. Algunas veces me parece hasta rebuscado los lugares que se otorgan", destacó Santero, y agregó que una posible solución sería avanzar en la peatonalización de algunos sectores de la ciudad en momentos específicos a evaluar con la gestión municipal.

En convivencia con los vecinos

Uno de los corredores más apuntados por los vecinos en lo que refiere a la ocupación del vía pública es el de Alvear, entre Salta y Jujuy, el cual tiene una gran cantidad de locales pegados uno al lado del otro, con mesas y sillas ocupando casi todo el largo de la calle y dejando, en consecuencia, una franja muy reducida para que los autos puedan pasar.

Joaquín Parcel, uno de los referente comerciales de Pichincha, señaló a Ecos365 que "siempre que algún negocio se sale de lo habitual va a haber gente que no está de acuerdo o que se va a quejar", y sostuvo que en casos como este lo fundamental es pensar "en el bien de los comercios y en la recuperación de un sector que estuvo con números negativos durante muchos meses" y que recién hace un tiempo comenzó su proceso de recuperación

"Esta medida es buena, a la gente le gusta y los bares lo necesitan. Es verdad que hoy no hay aforo en el interior pero con las altas temperaturas la gente quiere sentarse afuera entonces estos espacios que se otorgan en la calle son importantes para la actividad. De hecho teníamos varios negocios en el barrio al que no les había salido el permiso y hablando con la Municipalidad y reviendo ciertas cuestiones finalmente lo pudieron tramitar", señaló Parcel.

A su vez, explicó que desde Mercado Pichincha, la asociación que nuclea a los comercios del popular barrio, presentarán un proyecto para que la zona pueda hacerse peatonal dos veces al mes con el objetivo de fomentar la circulación en la zona y el consumo en negocios también por fuera del circuito gastronómico, como locales de venta de indumentaria y accesorios entre otros.

"Esto va de a mano con una propuesta cultural de darle también lugar a los artistas callejeros y acompañar con shows en vivo de música, pintura y otras propuestas. Estamos terminando de armarlo y lo vamos a presentar a ver si nos lo apruebas. La idea es abarcar la mayor cantidad de cuadras y que cada local ofrezca sus productos como en las peatonales", indicó Parcel.

¿Qué dice la Municipalidad?

El Secretario de Producción y Desarrollo de Rosario, Sebastián Chale, defendió la medida al señalar que "a pesar del descenso en los casos, la pandemia todavía continúa por lo que un contexto excepcional amerita medidas excepcionales". En este sentido, señaló que si bien se intenta favorecer a la mayoría de los bares con este permiso, los mismos no siempre son otorgados.

Esto sucede cuando el espacio que el comercio pide para la expansión de la línea de mesas a la calle, se encuentra en un lugar donde hay parada de taxis, colectivos, carriles exclusivos, estación de bicis o sitios reservados para personas con discapacidad. Chale explicó que cada caso es evaluado por el área de Movilidad y tránsito de la ciudad, que es la encargada de otorgar las autorizaciones.

Una de las principales críticas que reciben las "islas callejeras", nombre con el que se empezó a llamar a estos bloques de mesas sobre la vía, es que reducen los lugares disponibles para que estacionen los autos. El reclamo principal contra la Municipalidad advierte que de esta forma, se privatizan cada vez más espacios que deberían ser públicos.

Ante esta afirmación, Chale contestó: "Si un auto va y estaciona en la calle también se está haciendo una privatización. Si bien es cierto que hay un provecho del local, creo que esta medida hace un mejor uso del espacio público porque permite a más personas disfrutarlo" y agregó que se debe tener en cuenta que este permiso es temporal y mientras dure la crisis del Covid19, dando a entender que la disposición seguirá vigente el próximo año.

"Llegará el momento donde se discuta qué hacer cuando entremos en la 'normalidad' pero estamos lejos de que eso pase y nos toca seguir recomendando el consumo en el exterior. En invierno lo que hicimos fue adaptar otro decreto que es la legislación para el uso de gas envasado para la calefacción al aire libre que, si todo sigue así, seguirá vigente para la próxima temporada", precisó Chale.