Claves del día: el dólar respira con el respaldo de EE.UU., pero el mercado duda del plan de Caputo, ¿por qué?

El respaldo directo del Tesoro de Estados Unidos dio aire al Gobierno y al Banco Central, pero dejó un sabor a duda: ¿hasta cuándo resistirá el esquema de bandas cambiarias? El mercado ya descuenta tensión post-electoral y riesgo de ajuste brusco

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El respaldo del Tesoro de Estados Unidos marcó un punto de inflexión en la semana cambiaria argentina. La inyección directa de dólares y el swap por USD 20.000 millones con el Banco Central buscan sostener la calma en los mercados y blindar el régimen de bandas cambiarias hasta las elecciones presidenciales.

Aunque la noticia fue recibida como un gesto de confianza internacional, las dudas sobre la continuidad del esquema y la solidez del respaldo no tardaron en aparecer. La intervención norteamericana dio aire pero no disipó la incertidumbre: los inversores se preguntan si el alivio podrá extenderse más allá del 26 de octubre.

El ministro Luis Caputo negó que el apoyo de Washington implique pérdida de soberanía y afirmó que se trata de “inversiones en la economía real”, no de un salvataje político. “No hay condiciones ocultas ni control externo; esto es parte de una alianza estratégica con EE.UU.”, sostuvo, en alusión al acuerdo que también involucra la posibilidad de que el Tesoro estadounidense intervenga en el mercado financiero y de futuros si fuera necesario.

Mientras tanto, las consultoras privadas ya proyectan un tipo de cambio superior al techo oficial de las bandas cambiarias hacia fin de año. Ámbito Financiero publicó que el dólar podría superar los $1.500 a fines de diciembre, en función del atraso cambiario y la presión inflacionaria que volvería a acelerarse tras los comicios.

El escenario no es solo económico: la cumbre Trump-Milei en Washington fue leída por los mercados como un intento de consolidar un respaldo político-financiero de alto voltaje. Sin embargo, persiste la incógnita sobre los costos futuros de ese “alineamiento estratégico”, en un contexto donde las reservas netas del BCRA siguen en rojo y la economía real aún no reacciona al nivel esperado.

Analistas locales advierten que, si el dólar paralelo o financiero vuelve a dispararse, la banda cambiaria podría transformarse en una camisa de fuerza difícil de sostener. “El problema no es el dólar de hoy, sino el de mañana”, sintetizó un operador de la City.

En síntesis, Estados Unidos puso plata, pero el mercado pone condiciones: el dólar respira, las reservas tiemblan y el futuro de las bandas cambiarias depende menos de la ayuda externa que de la confianza interna que el Gobierno logre reconstruir.

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