Se paralizó la fábrica de chapa de Ternium-Siderar en Canning por un conflicto laboral y se advierte por un posible desabastecimiento de este insumo imprescindible para muchas industrias.
El conflicto tiene que ver con la aplicación o no de un artículo del convenio metalúrgico, en lugar del siderúrgico, y ante las primeras medidas de fuerza, las autoridades del grupo Techint respondieron con 36 despidos, lo que agravó la situación.
Luego de una huelga de dos semanas, intervino el Ministerio de Trabajo con una conciliación obligatoria por cinco días hábiles, que ya venció. En el mientras tanto, la empresa prometió aplicar el convenio reclamado y reincorporar a los despedidos, pero la falta de garantía por escrito impidió destrabar el conflicto.
En asamblea, los trabajadores votaron volver al paro por tiempo indeterminado, pese a que continuaron las reuniones entre las partes y se dictó una nueva conciliación obligatoria. Desde la firma advirtieron que empezaba a escasear la chapa destinada fundamentalmente a las industrias de línea blanca fabricantes de heladeras, freezers, aires acondicionados y hornos microondas.
Otro punto que traba el acuerdo es que Techint denunció ante la Justicia a dos de los delegados de la planta y pidió quitarles los fueros sindicales de protección. Cabe recordar que el grupo ya viene con problemas desde el año pasado, cuando despidió a 1.450 obreros. En la actualidad, también está parada la planta de Tenaris-Siat en Valentín Alsina.
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