La economía argentina llega a estas elecciones con la foto cruda de un sistema en el filo: dólar al alza, actividad económica estancada y empleo formal privado en caída.
Los datos no mienten: entre diciembre de 2023 y julio de 2025, en la provincia de Santa Fe se cerraron 2.120 empresas y se perdieron 15.128 puestos de trabajo en el sector privado formal. La industria manufacturera se llevó la peor parte: 6.965 empleos menos.
En el mismo período, las cadenas productivas de línea blanca, automotriz y calzado fueron golpeadas con aumentos de importaciones del 78,5% en los primeros ocho meses de 2025, mostrando una apertura comercial que explica parte de la pérdida de empleo industrial, donde las propias compañías son quienes para competir reemplazaron producción local por unidades importadas.
Pero aún en este escenario se realizó esta semana la tercera Ronda de Negocios de Supermercadismo y Consumo Masivo realizada en La Fluvial de Rosario. Participaron 350 empresas, hubo más de 5.000 reuniones, 100 mesas simultáneas de negociación. Y según informó el Ministerio de Desarrollo Productivo el 46% de las empresas informó que cerró negocios ese día.
La contracara para buscar alternativas fueron delegaciones de empresarios de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) de Rosario, de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) que participan por estos días de la Feria de Cantón en China. Según los empresarios consultados para esta columna los precios de los insumos en la expo están muy competitivos, si bien hay mucha tecnología de punta, los pedidos incluyen hasta elementos de la construcción de lo más insospechados. El freno lo pone las escasas ventas de inmuebles.
El contexto general es complejo: el gobierno reconoce que se fugaron divisas por USD 30.000 millones. Sólo el apoyo condicionado del Tesoro de Estados Unidos en la política cambiaria local sostuvo la calma de los últimos días al dólar al borde del techo de la banda.
Pese a los salvatajes y dos anuncios de retenciones cero, Argentina atravesó en este 2025 varias corridas cambiarias y los mercados no descartan otra según sea el resultado electoral. El pánico cambiario de la última semana condensó la sensación de que el juego económico vigente hasta el viernes está terminado, más allá del resultado electoral. El economista Miguel Kiguel advirtió que “los dólares están contados” y que el esquema de bandas cambiarias podría no sostenerse más allá del primer trimestre de 2026.
Tras las elecciones, el Gobierno enfrentará urgencias múltiples: acumular reservas, reactivar la economía, revertir la recesión y recuperar la confianza del mercado financiero.
Por su parte, el sector agroindustrial muestra una doble cara: se proyecta una cosecha récord de 142 millones de toneladas, pero su impacto en divisas recién se sentirá en el segundo trimestre de 2026. Mientras tanto, las liquidaciones anticipadas y la presión importadora agravan la recesión productiva.
Las expectativas de un impulso por parte de la minería y Vaca Muerta no son de corto plazo.
Las elecciones no se presentan entonces como un simple acto político, sino como un termómetro de gobernabilidad y credibilidad económica. Si el oficialismo logra un resultado sólido, podría sostener reformas estructurales y recuperar la confianza inversora. Un revés podría acelerar un salto cambiario, nueva fuga de capitales y otra crisis de confianza. La lectura de los mercados financieros en los próximos días podría acelerar uno de estos escenarios.
El respaldo internacional también está en juego. En Washington, Donald Trump ofreció su apoyo a Javier Milei, aunque condicionado al resultado electoral. Un revés en las urnas podría endurecer los términos del salvataje financiero y retrasar la ayuda de la Casa Blanca, lo que añadiría incertidumbre a los mercados de deuda. Estados Unidos y China son piezas que influyen en la política financiera hacia Argentina.
En ese contexto, el juicio por la expropiación de YPF en Nueva York, con una demanda de USD 18.000 millones, se convierte en una espada de Damocles para la economía argentina: la audiencia clave se realizará justo después de los comicios. A nivel local también se definirá el futuro de empresas como Vicentín (hasta ahora hay dos propuestas) y la venta de Carrefour (quedan cuatro jugadores en carrera), como las más relevantes. También quién se quedará con Los Grobo, que tiene a varios interesados en la convocatoria de acreedores.
En este sentido, la última última operación de relieve en el mundo corporativo se dio el jueves. El holding de medios argentinos liderado por Gustavo Scaglione, anunció la adquisición a Paramount del total del paquete accionario de Telefe (Televisión Federal S.A.), la marca de entretenimiento líder en Argentina.
También se definirá quién conducirá la Bolsa de Comercio de Rosario.
En fin, la pelota ya está en juego: en las próximas horas, los números dirán si el país entra en una fase de alivio cambiario y recuperación o si enfrenta una nueva ola de volatilidad, fuga de pesos e incertidumbre internacional.

Comentarios