Después de reunirse con el intendente Pablo Javkin, el abogado y especialista en política criminal Ariel Larroude aseguró que en Rosario y la provincia de Santa Fe "hay un acuerdo implícito en no hacer nada, en no modificar el status quo, porque puede traer consecuencias". Y vinculó: "Detrás del narcotráfico está el lavado de activos".

Oriundo de San Telmo, Buenos Aires, Larroude publicó en abril el informe “Rosario, un sueño de paz”, donde analiza, entre otros temas, las razones que llevaron a la ciudad a tener los índices de violencia letal más altos de la Argentina.

El miércoles, Larroude se reunió con Javkin para hablar “sobre la realidad”, contó. Un intercambio de pareceres y de propuestas sobre la cruda situación que, cada día, parece tocar un nuevo fondo.

“Desde el Observatorio de Polìtica Criminal (ONG dirigida por Larroude) le manifestamos cuáles son los puntos neurálgicos que no solamente la ciudad (por el municipio) sino la gobernación –con la ayuda de Nación– deben atacar para tratar de resolver este problema que ya viene inundando de sangre a la ciudad hace diez años”, contó el abogado sobre la reunión que tuvo con el intendente.

En diálogo con De Boca en Boca (Radio 2), Larroude realizó un duro diagnóstico del pasado, presente y porvenir de Rosario en materia de seguridad pública.

“Creo que no se ha tomado conciencia de los dificultoso que es año tras año tratar de abordar el problema, porque se va agravando más. Las capas sociales van pulverizándose por las disputas de grupos dedicados al narcotráfico, los chicos más jóvenes ya están involucrados en esas rencillas. Tanto víctimas como victimarios resultan muertos y tienen 12, 13, 14 años”, lanzó el especialista porteño.

Un combo de factores –para Larroude– se combina para que el hecho de torcer la realidad violenta resulte cada vez más complejo.

“Hay una falta de acuerdo que sea transversal a toda la provincia. También veo falta de diálogo entre las instituciones que tienen que dedicarse a esto. No se le encuentra la vuelta en parte por desidia, en parte por falta de decisión política y en parte porque es una realidad que la ciudad y la provincia ha aceptado como parte de la vida cotidiana. Es lo que se nota desde Buenos Aires”, indicó.

Tasa de homicidios por las nubes

 

“Rosario y la ciudad de Santa Fe tienen una violencia letal sostenida en el tiempo que cuadruplica o triplica, en el mejor de los casos, la tasa de homicidios a nivel nacional. En el informe «Rosario, un sueño de paz», hemos puesto datos respecto de lo que ocurre en otras ciudades de la Argentina «calientes» en términos de seguridad. Por ejemplo Córdoba, cuya tasa fue de 3 cada 100 mil habitantes. En distritos del Conurbano, no supera los 5 cada 100 mil. En Rosario hay 18.5 homicidios cada 100 habitantes”, recordó Larroude. Y auguró que “a este ritmo” se superarán las 20 cada 100 mil habitantes. 

“En términos de seguridad, el gobierno nacional tiene que tener en agenda la cuestión de Rosario como el primer conflicto a abordar. Lo dice la misma ley de Seguridad Interior”, apuntó.

El gobierno nacional “tiene la potestad de crear un comité de crisis para aquellos distritos que tengan un grado de violencia tal que amerite la intervención de las fuerzas federales con participación de la gobernación y la intendencia”. Y reclamó patrullaje y prevención del delito complejo de manera exclusiva por fuerzas federales.

Según el criminólogo, en Rosario es notable la falta de patrullaje. “Cuando uno recorre, por ejemplo, Buenos Aires, en los lugares neurálgicos o turísiticos se encuentra con una gran cantidad de policías. En Rosario vi sólo dos gendarmes en el Monumento”, dijo a modo de ejemplo.

“Si a ello le sumamos la subejecución del presupuesto y la falta de patrulleros, no nos debe sorprender los problemas que hay”, definió.

Un acuerdo implícito

 

“La impresión que hay es una falta de diálogo que es contundente entre todos los actores. Lo que emerge de esa falta de diálogo es que «hay un acuerdo implícito» en no hacer nada. En no modificar el status quo, porque puede traer consecuencias", lanzó el analista.

"Detrás del narcotráfico está el lavado de activos. Y ese lavado de activos compromete no solamente al narcotráfico sino también a un montón de movimientos económicos de la provincia y la ciudad. Hay una gran hipocresía. En la periferia rosarina hay mucha pobreza que no es equivalente a la producción o a los miles y miles de dólares que genera la agroindustria y el potencial que puede tener la ciudad. Rosario hace diez años que no para de sangrar”, cerró.