Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladímir Putin, mantendrán este viernes 15 de agosto un encuentro en la base militar conjunta Elmendorf-Richardson, en Anchorage, Alaska, con el objetivo central de dialogar sobre una posible tregua en la guerra de Ucrania.
La Casa Blanca confirmó que, tras la reunión cara a cara, ambos mandatarios compartirán un almuerzo con sus respectivas delegaciones y tienen previsto ofrecer una conferencia de prensa conjunta. Sin embargo, Trump advirtió que esta comparecencia dependerá de los resultados del encuentro: “Si la reunión no termina bien, simplemente daré una conferencia de prensa y me iré”, señaló en una entrevista.
Según la portavoz presidencial, Karoline Leavitt, el mandatario estadounidense busca “mirar al presidente ruso a los ojos” para evaluar avances hacia el fin del conflicto, aunque evitó adelantar las demandas concretas que llevará a la mesa. Trump, por su parte, no descarta convocar posteriormente una cumbre trilateral con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, si la cita en Alaska arroja resultados positivos.
Desde Moscú, el asesor de política exterior de Putin, Yuri Ushakov, adelantó que además de Ucrania, el Kremlin abordará temas como el control de armas, la cooperación económica y otros asuntos internacionales. La delegación rusa incluirá al ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, al titular de Defensa, Andrei Belousov, y a responsables de finanzas e inversión.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, afirmó que no se firmarán documentos al término de la reunión, pero subrayó la “buena voluntad política” de ambos líderes para resolver diferencias mediante el diálogo. Fuentes estadounidenses citadas por la prensa local señalan que Washington buscaría un compromiso de alto el fuego como paso previo a un proceso de paz con participación de Kiev.
La cumbre de Alaska será la primera reunión entre Trump y Putin desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en 2022. El territorio donde se encontrarán fue parte de Rusia hasta su venta a Estados Unidos en 1867, un simbolismo histórico que añade un matiz singular al esperado encuentro.



