A poco más de un mes y medio de ser designado como jefe de la Unidad Regional II de Policía, Guillermo Solari realizó un balance de su gestión luego de la intervención que se hizo a mediados de año. Entre distintas cuestiones, destacó el descenso de los índices de criminalidad que se observan tanto en Rosario como en la provincia durante los últimos dos años, y profundizó su visión acerca del trabajo policial, la corrupción en la fuerza y la formación de nuevos líderes. Además, admitió que tuvieron casos de suicidio y remarcó que, frente a esa problemática, hay un acompañamiento constante con psicólogos.

“Notamos una baja muy considerable en delitos de alta criminalidad y predatorios. El programa da resultados”, expresó este martes el jefe de la Policía de Rosario en su visita al estudio de Radio 2 en el programa Radiópolis.

Para Solari, la mejora en las estadísticas responde a “un conjunto de medidas que se han tomado” que incluyen el cambio de algunas leyes. “La Policía es parte de esa solución global”, aclaró.

Solari, nacido en Avellaneda, en el norte santafesino, tomó la conducción de la UR II en noviembre. 
Solari, nacido en Avellaneda, en el norte santafesino, tomó la conducción de la UR II en noviembre. 

Solari asumió el mando el 10 de noviembre pasado cuando culminó el plazo de Claudio Romano como interventor en el departamento Rosario, un proceso que duró seis meses en el marco de una investigación por malversación de caudales públicos en el área de combustibles, que terminó en detenciones e imputaciones de ahora exjefes policiales.

Consultado sobre la corrupción dentro de la fuerza, el jefe de la UR II respondió: “Con 6.300 personas a cargo, no puede escapar que alguno de ellos estén fuera del marco de la ley. Serán los menos, buscamos siempre hacer las cosas bien, la proactividad está en la agenda constante. Probablemente alguno no esté en lo legal, pero no va a escapar de la ley”.

También le dio relevancia al tipo de agentes policiales que conoció al tomar el mando. “Me encontré con una policía sumamente activa, de forma impresionante, cuando asumí me fueron diciendo cómo estaban trabajando y qué se podía mejorar. Traté de tomar todo, de a poco se van corrigiendo cosas”, expresó.

Con relación a si en Rosario hay zonas más complejas para desarrollar su trabajo, Solari fue tajante: “Nosotros entramos a todos los barrios. Tenemos los cuadrantes en el cien por ciento de la ciudad. En algunos tenemos más móviles para agilizar el tiempo de respuesta a la ciudadanía”.

Un aspecto que valora especialmente es la ley de microtráfico que desfederalizó el narcomenudeo en Santa Fe. “Poder concretarlo facilitó muchísimo el desarrollo de las actividades del personal, fue muy oportuno. Había un paso importante que dar y hubo un crecimiento exponencial de los procedimientos”, añadió.

Carpetas médicas

 

Sobre el número de policías que se encuentra licenciado por carpeta médica, Solari reconoció que “muchos jóvenes que se han incorporado tienen problemas de salud” y admitió, entre distintas problemáticas, que vienen padeciendo casos de suicidio entre los agentes.

“Hay algunos que tienen problemas de salud, otros que manifiestan situaciones por encontrarse lejos, pero hay un acompañamiento constante con psicólogos. Hubo algunos hechos de suicidio. Lo trabajamos constantemente con los superiores, hay líneas claras de trabajo. Apelamos a que los mismos compañeros sean los que avisen para poder intervenir”, amplió.

Al referirse a las causas que pueden desencadenar este tipo de situaciones, el jefe policial mencionó que “el estrés” puede llevar a una “falta de gestión” frente a determinados escenarios. “No nacemos cuando entramos a la Policía, tenemos cuestiones previas aparejadas a nuestro desarrollo”, sostuvo.