La abogada de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, que integra la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) de Bariloche, Natalia Araya, aseguró que Rafael Nahuel, un joven mapuche de 27 años, que murió tras recibir un balazo en la panza, fue perseguido y baleado a mansalva sin que se le diera la voz en alto. También se despegó de el RAM.

En diálogo con el programa Radiópolis (Radio 2), Araya señaló: “Estamos consternados, esto es una cuota más de lo que nos trae acostumbrados este gobierno con el uso de la violencia de manera irracional. Todos los días se estigmatiza a las minorías como grupos violentos y radicalizados”.

“Los comunicados oficiales de seguridad del propio gobierno dan cuenta de las actuaciones del RAM que es falso. Esta comunidad no tiene nada que ver con el RAM”, manifestó sobre lo expresado por el Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich sobre enfrentamientos a tiros, disparos “preventivos” de los integrantes del grupo Albatros de Prefectura Nacional, y “gritos de guerra” por parte de los mapuches.

“Rafael no muere en el marco del procedimiento del jueves sino de las rondas que tenía que llevar adelante Prefectura”, aclaró y precisó: “Tenía que dar con las personas que estaban en la comunidad al divisar miembros. Los persiguen a los tiros, a mansalva, sin dar la voz en alto, callándolos de esta forma. Una de las balas de plomo impactó contra Rafael Nahuel e hirió a dos amigos más con balazos de plomo con orificio de entrada y salida. Ellos, gracias a las curaciones tradicionales pudieron evitar una infección”.

El gobierno nacional alimenta la teoría del enfrentamiento para dar cuenta de los sucesos en que resultó muerto el joven mapuche mientras que la APDH y miembros de la comunidad Lafken Wuinkuñ Mapu aseguran que no estaban armados, que respondieron con piedras y que los prefectos “los corrieron a tiros”.

De acuerdo al relato que los mapuches hicieron a los miembros de la APDH, se vieron abordados por los uniformados, respondieron con piedras a las advertencias, y fueron agredidos con armas de fuego. Emprendieron la retirada y durante el ascenso desesperado ladera arriba, Rafael Nahuel fue alcanzado por una bala. De acuerdo con las primeras informaciones, el proyectil ingresó por un glúteo y terminó alojado en el tórax.