Pedro Robledo
Desde muy temprano se fue observando el cuelgue de banderas de las fans que siguen la gira de Abel Pintos. "Aquí te espero", "Eres camino para mis pasos", eran algunos de los mensajes de las pancartas de las fieles "abeleras" que ocuparon las primeras filas en Sauce Viejo y en Carlos Pellegrini.
El viernes, en el 30º Festival Folklórico Provincial del Pescador de Sauce Viejo, el cantautor bahiense reunió cerca de treinta mil almas en un imponente escenario natural en el predio del balneario San Roque.
Allí, en el escenario "Horacio Guarany", interpretó sus canciones con el plus que le otorga ser el creador de las mismas, lo que lo favorece a la hora de transmitir el sentido de las letras.
"Me alegra dar este concierto para ustedes, pero más me alegra que vengan a apoyar esta fiesta nacional que cada año que vengo veo que sigue creciendo", dijo al público del festival del cual fue nombrado padrino hace algunos años.
Antes de la presentación de Pintos, Sauce Viejo aplaudió a Coplanacu, que debutaba en el festival con su clásico repertorio santiagueño.
También tuvo su espacio Efraín Colombo, el ascendente cantor rafaelino que está por entrar al estudio de Jorge Rojas a grabar su disco "Libertad y misterio".
Si bien para Abel Pintos se viene un año de conciertos de promoción de su nuevo disco con estéticas de pop y baladas, en los shows sigue predominando repertorio con colores folklóricos.
Lo demostró en Carlos Pellegrini el sábado, donde fue el artista principal de la Fiesta Nacional de las Culturas. En este trascendente evento cuyo lema es "un festival para el alma", la presencia de Abel en la grilla consiguió la reunión esa noche de más de veinte mil personas.
La fiesta tiene sus particularidades: durante veinte jornadas ofrece doscientos espectáculos con dos mil quinientos artistas que desfilan por escenarios simultáneos montados en el predio del Club San Martín.
Distribuidos por todo el espacio, incluye muestras de artesanos (más de cien), un encuentro nacional de danzas y un encuentro latinoamericano de 50 muralistas procedentes de Chile, Paraguay, Bolivia, Colombia, Perú, Venezuela y Argentina.
"Vengo desde hace seis años y no dejo de emocionarme con esta fiesta", manifestó a Rosario3.com Chiqui González, la Ministra de Innovación y Cultura de la Provincia que subió a entregar reconocimientos a los muralistas y que luego brindó un emotivo discurso.
"Abel está en todos los detalles, exige mucho, interviene en todo", contaba en la previa uno de sus músicos, resaltando que allí radica la clave de parte de su éxito.
Gentil, cálido y muy predispuesto, antes del show en Carlos Pellegrini, se prestó al diálogo con este medio. "La primera vez que vine a Pellegrini estaba presentando mi disco Reflejo real, mis primeras canciones, y desde ese momento siempre me reciben amablemente", comentó sobre la relación con el multitudinario público que lo estaba aguardando desde temprano.
"En Sauce Viejo, que el escenario sea casi natural, lo vuelve más imponente, porque tenés a la gente casi encima. Ya estaba desbordado el año pasado y este año había más cantidad de gente todavía", expresó sobfre la convocatoria del Festival del Pescador.
"Veo que viene gente de todas partes, como que voy creciendo yo y también estos festivales que son muy importantes para la provincia", refirió a ambos eventos.
El repertorio de Pintos en los festivales se repite en cuanto a la nómina de canciones. "Cambiar el orden siempre, de alguna manera, nos saca de la rutina. También trato de darle un respiro a alguna y rescatar otras más antiguas.
Y ayuda mucho que, al ser festivales, cambia el marco, no es tu propia producción como lo es en un teatro".
La fiesta de Pellegrini está organizada por la Escuela de Arte Kumelén, un emprendimiento cultural que tiene sedes, además de esta localidad, en Piamonte, El Trébol, Cañada Rosquín, Totoras y San Jenaro.
Los organizadores comentaron a este medio que al momento de pedir los presupuestos artísticos notaron que Abel y León Gieco son los que hacen más viables las contratataciones.
"Está pensado así, de tomarlo como un trabajo conjunto, es un criterio de Dharma (la empresa que lo maneja), Nosotros creemos que está buenísima nuestra popularidad y todo lo que vivimos, pero creemos que así como nosotros podemos trabajar bien con comodidad, está bueno que el productor también pueda hacerlo y ganar. Sino es muy cuesta arriba para los festivales trabajar, remar y que de repente un artista les lleve todo viste?, es como que nos les queda incentivo para seguirlo", confesó al respecto.
Luego agregó "yo quiero trabajar toda mi vida en esto y no tengo ningún apuro en ganar en una temporada lo que puedo ganar en tres ó cuatro".
En el final de la charla, ante la consulta acerca de su actual estilo, compartió una reflexión: "Este no es el final de mi búsqueda, esta es una etapa nueva, es un paso más de mi desarrollo, no está descartado para nada, en absoluto, que en el futuro pueda volver a un formato de folklore más tradicional".
Antes del interés de su discográfica en proyectarlo internacionalmente, la gente había elegido sus canciones, que llegan de manera directa al corazón del público. En este caso, no fue el marketing quien posicionó a Abel Pintos en el privilegiado sitio que ocupa actualmente, sino esa especial comunión con sus fieles seguidores.