El éxito de un artista reside en su canciones, pero cuando éstas se escuchan una y otra vez hasta en los ringtones, esa atractiva melodía del principio se transforma en un suplicio. Prueba de ello es lo que ocurrió con Adele. Su disco 21, que vendió 10 millones de copias en todo el mundo, fue el más devuelto entre los álbumes regalados en Navidad.
El dato fue aportado por el sitio de intercambio musicMagpie, que lo catalogó como "el objeto más remitido", con 47.315 devoluciones. En el segundo lugar quedó el disco debut de Emeli Sandé, Our version of events, con 41.038 copias retornadas y, en tercer lugar, quedó Up all night, de One Direction, con 37.846 placas.
También se conocieron los datos respecto a los DVDs. Crepúsculo estuvo al tope del chart con 36.217 copias, seguido por El Caballero de la Noche con 35.461 copias.
La británica Adele por su parte, registró como marca su nombre con el fin de asegurarse de que no sea utilizado para vender perfumes, joyerías y otros productos, sin su consentimiento.