Alcoholímetros vencidos y ningún operativo de alcoholemia durante el verano es el motivo del reclamo que formuló el concejal Diego Giuliano al municipio. Pidió se explique a qué se debe “el abandono de estos controles, desde mediados de diciembre último en adelante, en una ciudad que ha relajado las medidas de seguridad con graves consecuencias”.
Para Giuliano, "Rosario es la ciudad de los pobres controles" y argumentó: "Mientras en otras ciudades se dispone tolerancia cero con el alcohol, Rosario dejó de hacer controles de alcoholemia desde el comienzo del verano. Algo tan simple como un alcoholímetro, no fue validado por el municipio y en vez de hacer el trámite de calibración, dejaron de hacer los controles".
"Así de simple. Pasamos Navidad, fin de año y la parte más importante del verano sin ninguna prevención en esta materia. En una ciudad donde uno de cada cuatro choques son generados o están vinculados al abuso del alcohol, la ausencia de controles es desidia y es desprecio por la vida. En la noche de Navidad, por ejemplo, tuvimos 30 accidentes de tránsito y ningún control de alcoholemia", aseguró el edil.
"Dejar vencer los alcoholímetros es una muestra más de la indiferencia con que la gestión Fein trata los problemas de seguridad", manifestó el presidente de la Comisión de Seguridad del Concejo, y agregó algunos datos preocupantes.
"El 48 por ciento de los hechos de violencia están protagonizados por personas que consumieron alcohol o abusaron de él. Cuesta entender, entonces, que una administración que dice pretender bajar los índices de violencia y propiciar la convivencia ciudadana abandone los controles de alcoholemia por no hacer el trámite de validación de los aparatos. Se anuncian fuertes y amplios operativos de control en la ciudad, sin embargo, sin alcoholímetros no hay controles ni posibilidad de prevenir ni de sancionar a quienes conducen con más de 0,5 grados de alcohol en sangre”, señaló Giuliano.
"Nadie puede dudar que estos operativos fueron útiles en el municipio y bajaron los siniestros. Si desde mediados de diciembre no se hizo un control de alcoholemia porque se dejaron vencer las habilitaciones de los aparatos, alguien debería dar explicaciones y asumir la responsabilidad a tanta desidia", concluyó el concejal.
Por su parte, el titular de la Dirección de Tránsito, Gustavo Adda, desmintió las afirmaciones del
edil y aseguró que “nunca se dejaron de hacer los controles". "Al contrario –afirmó– se están haciendo más que antes. Desde el 9 de enero hasta la fecha, se remitieron 1.372 motos y más de 150 automóviles al corralón”, detalló el funcionario.
En el informe emitido en De 12 a 14 (El Tres), los argumentos de ambos y la opinión de los conductores quedaron expuestos.