Terminada la ronda de declaraciones indagatorias, sólo dos integrantes de la familia Ossola quedaron detenidos, y bajo el régimen de arresto domiciliario, en el marco de la causa en la que se investiga la supuesta quiebra fraudulenta de la firma de Bolsa que administraban.

Carlos Alberto Ossola, de 71 años, y su hermana Iliana, de 76, quedaron detenidos, aunque fueron beneficiados por el arresto domiciliario que se puede conceder a mayores de 70 años cuando el juez, en este caso la jueza Alejandra Rodenas, considera que no hay riesgo de fuga.

En su indagatroria, Carlos Ossola le dijo a la jueza Rodenas que no estafó a nadie y que ni sus hijos ni su hermana conocían los manejos de la agencia en el sector bursátil ya que se desempeñaban en los otros servicios que ofrecían, como por ejemplo, los viajes turísticos.