Los equipos de rescate reanudaron este sábado la búsqueda de decenas personas sepultadas por el barro de avalanchas ocurridas esta semana en el norte de Filipinas al paso del tifón "Parma", y que causaron al menos 187 muertos, según fuentes oficiales.

La mayor parte de las víctimas mortales se produjeron en la localidad de La Trinidad, en la provincia de Benguet, y en varias aldeas cercanas a la ciudad de Baguio, a unos 250 kilómetros al norte de Manila.

En estas dos áreas de la isla de Luzón han sido localizados los cadáveres de 140 personas, de acuerdo al departamento de Protección Civil.

Otras 47 personas murieron en corrimientos de tierra sucedidos el miércoles y jueves pasados en pueblos, ubicados casi todos en laderas de montes desforestados de las provincias de La Unión, Pangasinan, Ilocos del Norte, Ilocos del Sur, Nueva Écija, Quezón y Camarines del Sur.

El director de Defensa Civil, Glenn Rabonza, indicó que en la búsqueda de personas y la retirada de las toneladas de tierra, que bloquean el acceso de vehículos a algunas de esas aldeas, participan también el Ejército filipino apoyado por efectivos del contingente militar estadounidense con base en la isla de Mindanao, en el sur del archipiélago.

"Han sido desplegados equipos formados por soldados del gobierno nacional y de las fuerzas de Estados Unidos para llevar a cabo tareas de rescate y de evacuación", señaló Rabonza.

Además de avalanchas en las áreas montañosas, las copiosas lluvias descargadas por el tifón causó el desbordamiento de ríos y embalses, con sus consiguientes inundaciones, sobre todo en la provincia de Pangasiman, en la que unas 50.000 personas han sido evacuadas de diversas aldeas situadas en la planicie.

Las lluvias afectaron a gran parte de la meseta central de Luzón, destruyeron las escasas infraestructuras, bloquearon carreteras e inundaron vastas extensiones de arrozales, que proveen el sustento básico para los habitantes pobres de la región.

Según las cifras oficiales provisionales, el tifón "Parma" causó daños materiales por valor de 2.000 millones de pesos (unos 43 millones de dólares).

Además otras 25 personas perecieron el pasado fin de semana cuando el "Parma" alcanzó el norte de Filipinas, con vientos de 200 kilómetros por hora.

A finales del pasado septiembre, la tormenta tropical "Ketsana", vertió en apenas unas horas sobre Manila y otras 25 provincias de Luzón una cantidad de lluvia muy superior a la media mensual en esta época del año y batió el anterior récord, de 1967.

El tifón "Ketsana" inundó el 80 por ciento de la capital y causó 337 muertos, cerca de 500.000 desplazados, unos 2,5 millones de afectados y pérdidas multimillonarias por las infraestructuras destrozadas y cultivos transformados en lodazales.

Los expertos de las agencias internacionales han identificado el chabolismo como el principal factor de estos desastres naturales que afectan al país, y que evidencian el pésimo estado de sus infraestructuras, así como la falta de preparación y medios de los que cuenta la Administración para responder a las emergencias.

Entre 15 y 20 tifones y un sinfín de temporales y sistemas de baja presión suelen pasar cada año por Filipinas durante la estación lluviosa, que transcurre entre junio y noviembre.

En Filipinas, ocurren además cada año decenas de avalanchas de tierra, y por estar situada en el llamado "Anillo de fuego" está expuesta a fuertes terremotos y erupciones volcánicas.

Fuente: EFE