Ya no se puede ni alquilar una quinta en Italia que ahí están los paparazzi dispuestos a robar alguna foto con poco ángulo. La víctima del lente ajeno, esta vez, fue Kate Moss.
La supermodelo eligió una casa en Portofino para pasar unos días al sol junto a su marido Jamie Hince. Para la ocasión, eligió un bikini animal print muy relajado.
Esa misma laxitud es la que destaca el artículo de The Sun que acompaña a las imágenes del descanso. Para el medio, la modelio lució una “pancita” más pronunciada que otras veces y un cuerpo que necesita un poco más de “tonificación”.