Al menos hasta este sábado a la tarde, uno de los supuestos autores materiales del atentado contra el gobernador Antonio Bonfatti en su casa de barrio Alberdi seguía prófugo. Mientras que la causa mantiene a tres imputados por amenazas calificadas y abuso de armas, que fueron detenidos en los procedimientos del jueves pasado.
Fuentes de la investigación señalaron a Rosario3.com que Brian "Gordo" González, sospechado de ser uno de los responsables de la balacera, continuaba prófugo. Se trata de una persona sindicada como barrabrava de Central que las fuerzas policiales a las órdenes de la jueza María Luisa Pérez Vara fueron a buscar el jueves pasado a un domicilio de Granadero Baigorria y no lo encontraron.
Sí fueron detenidos en los múltiples operativos de aquel día Manuel Martínez, supuesto barra de Newell-s, Germán "Papaíno" Ramírez, quien cuenta con antecedentes penales por homicidios y a quien se le secuestró en su domicilio una pistola calibre 9 milímetros. Saúl Sánchez fue acusado después de la declaración de un testigo indirecto y por datos que revelan su estrecho vínculo con los otros, informó la agencia DyN.
Los tres detenidos declararon el viernes y negaron su participación en el ataque de la noche del viernes 11 en Darragueira y Gallo. Ese día, desde varias motos un grupo de desconocidos que actuaban encapuchados efectuaron 14 disparos contra la casa de Bonfatti, en momentos en que se encontraba viendo televisión acompañado por su esposa, Silvia Troccoli.
El último operativo realizado y encabezado por la magistrada fue la inédita inspección en la comisaría 10ª que comenzó el viernes a primera hora de la tarde y continuó hasta la medianoche.
Personal de las TOE realizó una requisa en la seccional y se encontró un arma que coincidía con el calibre utilizado en la balacera dentro de un vehículo que había sido secuestrado. Un peritaje determinó que no tenía vinculación con el ataque de dos semanas atrás.
Ese accionar fue ordenado por la jueza tras una denuncia anónima que indicaba que en uno de los vehículos estacionados en la seccional estaba el arma del ataque. Un mensaje que resultó extraño y sembró sospechas sobre el comisario Ronald Cuñé, aunque el uniformado fue respaldado desde el Ministerio de Seguridad.
La llamada anónima -que se habría realizado a un 0800 nacional- podría tratarse de una interna policial conectada o no con grupos delictivos que buscan perjudicar y desplazar a los jefes de esa seccional de barrio Alberdi, con jurisdicción sobre la casa del gobernador. La misma hipótesis se barajó sobre los motivos de unos ataques incendiarios a viviendas que incluyó una carta con denuncias contra Cuñé y supuestos narcos de julio pasado.
Fuentes con acceso a la causa sostuvieron este sábado el rumbo de la investigación y aunque no descartaron ninguna hipótesis, afirmaron que crece la línea que implica a grupos delictivos organizados con participación de personal policial.