"Como dijo Fito, Rosario siempre está cerca". Con esas palabras, el ídolo canalla y actual DT de la Liga de Quito Edgardo Bauza agradeció el reconocimiento de "deportista distinguido" que este jueves le entregó el Concejo.

"En esta profesión el exilio es casi permanente, pero este tipo de reconocimientos hacen que uno se arraigue cada vez más", evaluó el Patón, emocionado por el homenaje. Sobre Rosario Central, se esperanzó: "Ojalá se logre el anhelado ascenso".

En diálogo con De12a14 (el Tres), el ex jugador del club de Arroyito confesó estar "muy halagado por la distinción" recibida. "Son momentos que a uno lo emocionan y lo llenan de orgullo. Agradezco que me hagan vivir este momento"

"Uno se pone a pensar que pertenece a la historia del club y la ciudad", reflexionó. En ese marco, recordó entre otras cosas, el momento en que se acercó a Central con apenas 13 años, para probarse en la ciudad deportiva. Aunque aseguró que, según su padre, su vínculo con la institución comenzó mucho antes. "Según mi viejo, a los 2 años ya me llevó al estadio", contó.

En cuanto a la actualidad canalla, Bauza admitió que el club atraviesa "un momento muy especial". Confió que, pese a estar instalado en Ecuador, no se pierde los encuentros del Nacional B. "Vengo siguiendo la campaña de Central, he visto el setenta por ciento de los partidos, siempre que no jugaba la Liga", sostuvo. Admitió que sufre "como cualquier hincha" los vaivenes del campeonato. Evaluó que el conjunto "está en una buena etapa" y se entusiasmó: "Ojalá se logre el anhelado ascenso".

Consultado sobre las posibilidades de ponerse al frente del equipo canalla, sostuvo: "Si vuelvo alguna vez al club, lo haré de la forma que sea". Sostuvo que sigue teniendo contacto con la dirigencia y que siempre trata de "aportar en la medida que se pueda". Evaluó: "Esto ha sido así durante toda mi vida".

En el proyecto aprobado por el Concejo consta que Bauza nació en Granadero Baigorria, el 26 de enero de 1958. Se detalla que en sus comienzos defendió los colores de Sparta, equipo que participaba en la Liga Rosarina, hasta que a los 13 años fichó para el Club Atlético Rosario Central. Debutó en la primera de Central de la mano de Don Carlos Timoteo Griguol, el 11 de enero de 1978, en la victoria sobre Quilmes por cuatro a cero. En la red, debutó con un gol en el partido clásico contra Newell’s Old Boys, el 18 de noviembre de 1979.

En ese mismo año integró el histórico equipo auriazul que todos denominaron “La Sinfónica”, llegó a las  Semifinales del Torneo Nacional de ese año, y conquista el del año siguiente. En 1981 convirtió nada menos que 21 goles: todo un record para un defensor.

En el año 1983 pasó al Junior de Barranquilla, donde fue ídolo absoluto, para regresar a la Argentina tres años después y jugar unos pocos partidos para Independiente. Luego regresó a su querido Rosario Central para obtener el título del campeonato metropolitano del período 1986/7, dirigido por Don Ángel Tulio Zof.

En 1990 emigró nuevamente, esta vez al Veracruz de México, e integró la lista de jugadores que disputaron el Mundial de ese año bajo las órdenes de Carlos Salvador Bilardo, obtuvo el subcampeonato en Italia. Al año siguiente, después de haber defendido la camiseta auriazul en 322 oportunidades, de conquistar 82 goles (el tercer goleador de la historia del Club detrás de Waldino Aguirre y de Mario Alberto Kempes), y de haber sido campeón en dos ocasiones con el club de sus amores, se retiró de su profesión.

Bauza es el cuarto defensor más goleador de la historia del fútbol mundial, con 108 goles en 499 partidos, detrás de Ronald Koeman, Daniel Pasarella y Fernando Hierro. 

Una vez retirado del fútbol como jugador profesional, Bauza inició una exitosa carrera en la dirección técnica. Debuta en Rosario Central, club al cual dirigió por tres temporadas enteras: logró el subcampeonato del Torneo Apertura 1999, de la Copa Conmebol 1998 y la Semifinal de la Copa Libertadores de América 2001.

De Central pasó a Vélez Sarsfield, Colón de Santa Fe, el Sporting Cristal de Lima, Perú, donde fue Campeón del Torneo Clausura 2004 y nuevamente Colón, hasta que recaló en la Liga Universitaria de Quito, Ecuador. En ese país logró llegar a la cima como entrenador, ya que no sólo conquistó dos torneos locales, sino que llevó por primera vez a un equipo de ese país a coronarse campeón de un torneo sudamericano, en este cas, la Copa Libertadores de América 2008, título que obtuvo en el mítico Maracaná de Rio de Janeiro. También conquistó la Recopa Sudamericana de 2010 y el segundo lugar en la Copa Sudamericana del corriente año.