Era, acaso, la voz más esperada después de los comicios de ayer. El gobernador Antonio Bonfatti, garantizó la transparencia del proceso electoral, admitió que hay que esperar el escrutinio definitivo para proclamar a su sucesor pero defendió el derecho de festejar el triunfo de Miguel Lifschitz, que a su criterio es “irreversible”. Además, en alusión a Mauricio Macri, cuestiónó a los “pícaros que quieren embarrar la cancha”.

Bonfatti habló con el programa A diario, que conduce Alberto Lotuf en Radio 2, y sostuvo que el “escrutinio definitivo es el válido”. Sin embargo, aclaró que el Frente Progresista tiene todos los certificados de mesa y que con esos datos está en condiciones de asegurar –y por lo tanto de festejar– que Lifschitz fue electo gobernador. Es más, dijo que en el recuento final la diferencia a favor del socialismo será mayor.

“Como Frente celebramos porque así como el PRO, con 3 mil votos de diferencia, bailó y salto con Macri y Reutemann en las Paso, nosotros también tenemos derecho a saltar y bailar”, afirmó.

Bonfatti advirtió a los “pícaros que quieren embarrar la cancha” –Macri le había pedido públicamente que garantizara la prolijidad del recuento de votos– que “el Ejecutivo no tiene responsabilidad sobre el escrutinio”, sino que eso está a cargo del Tribunal Electoral, “compuesto por el presidente de la Corte y dos camaristas”.

“A Macri no le debo ninguna explicación sino a los santafesinos. Que no se confunda; esto no es Buenos Aires. Acá hay boleta única y un gobierno que pone dinero para que todos los partidos puedan expresarse en términos iguales”, enrostró.

Además, explicó que hay 347 mesas no cargadas sobre una total 7.628: 40 porque el presidente de mesa no envió telegrama y 308 porque tienen ilegibilidad para la carga. “Pero están informadas el ciento por ciento de las mesas y tenemos seguridad absoluta de la transparencia del escrutinio”, enfatizó.

Y volvió a apuntar el PRO: “Cuando alguien pierde siempre la culpa la busca en el otro. Nosotros le decimos a los santafesinos que se queden tranquilos”.

Además, como candidato más votado de la provincia –fue electo diputado provincial–, dijo estar “contento” por entender que los cerca de 750 mil votos que obtuvo significan un respaldo a su gestión como gobernador de Santa Fe.