A diferencia de los agostos poscrisis 2001, esta celebración de San Cayetano congrega menos devotos. Lejos de la postal de la cola interminable de fieles rogando por un puesto en el mercado laboral, plagados de fe y demostraciones hacia el santo del trabajo, este 2007 encuentra a la parroquia ubicada en Buenos Aires al 2100, despojada de fanatismos y a los vendedores ambulantes a punto de pasarse a la cola de creyentes. Es que la reactivación económica hizo de las suyas y las necesidades, como todo, cambiaron.

Según el reporte del móvil de Radio 2, la gente empezaba a reunirse cerca del templo a las 7 de la mañana, aunque la primera misa se había dado a las cinco. Los vendedores se mostraban conformes, a pesar de la inasistencia de varios fieles. En conversación con el programa Tempranísimo, Ethel, una de las vendedoras ambulantes aseguró que los precios no habían aumentado y ofreció una variedad de productos: cintas, estampas, estatuillas y velas a precios moderados. “A pesar de que no hay mucha gente, la venta viene bien. Igual es temprano”, analizó.

Hasta las doce del mediodía, el templo de San Cayetano será el escenario de la puesta en práctica de una devoción que no conoce similares, por los menos en la ciudad. Cada hora se celebrará una misa y los fieles seguirán desfilando, buscando, pidiendo o agradeciendo algún favor que el santo les haya cumplido. Cerca de las tres de la tarde, partirá la procesión hacia la Plaza Libertad, donde el arzobispo rosarino José Luis Mollaghan oficiará la misa central.

En tanto, la celebración de San Cayetano, se desarrollaba también en Buenos Aires, en le santuario de Liniers. Según dejaron saber medios nacionales había unas 20 cuadras de cola de fieles para venerar al Patrono del Pan y el Trabajo Desde las 4 y hasta las 23 se realizarán misas a cada hora y la celebración principal comenzará a las 11 y será presidida por el cardenal Bergoglio. Se estima que desfilarán por el santuario más de un millón de personas.