Aunque "Una verdad incómoda", el libro y documental del ex candidato a presidente de Estados Unidos Al Gore sobre el recalentamiento global, no hizo más que alimentar una especie de ansiedad ecológica a lo largo y a lo ancho del mundo, no todos adhieren a esas ideas a la hora de definir los vaivenes climáticos del momento.

"Nada de lo que sucede se lo atribuyo al calentamiento global. Eso es una prédica que tiene un sustento agarrado por hilos científicos pero no estoy para nada conforme con eso. Es más, estoy en contra de esa denominación", disparó el especialista en meteorología, Oscar Mongelat.

Para Mongelat, sencillamante lo que influencia el ritmo de las lluvias, el intenso calor o las formas del viento "es un cambio planetario signado por los ciclos naturales". En este sentido, Mongelat descartó que la problemática tenga que ver con la actividad del hombre. En todo caso, asumió que está relacionado directamente con los "ciclos de la tierra que normalmente tienden a cumplirse".

"Por las proyecciones que se hacían tendríamos que haber tenido elevación de mares. No sólo no se dio, sino que tampoco aumentaron las temperaturas y hasta se registró ganancia de hielo en la Antártida", dijo y añadió: "Hay que ir a fuentes que no son puramente científicas, como los datos que han dejado los mayas y los egipcios. El calendario maya ya anunciaba que 2012 termina un ciclo. La tierra se acerca a una nueva posición astronómica con sol quieto y se nota un campo magnético más deprimido".