El protesorero del Sindicato de Choferes de Camiones (SEC), Pablo Moyano, anunció que un grupo de trabajadores, que inició una protesta frente a la Embajada de Brasil, permanecerá ante esa sede diplomática hasta que reciban "una respuesta" a sus reclamos por el conflicto con Quilmes.

"Venimos a denunciar a la empresa Quilmes, que viene con una política de achicar costos, de despedir trabajadores y no pagó los sueldos", sostuvo el hijo del secretario general de la Confederación General del Trabajo, Hugo Moyano.

Aseguró que pretenden "poner ollas populares y carpas" frente a la Embajada brasileña, en Cerrito al 1300, del centro porteño, en virtud de la protesta y el paro de los trabajadores de la línea de distribución de Quilmes, de capitales brasileños y también belgas.

"Nos vamos a quedar acá hasta que nos atienda la Embajada y nos dé la solución que queremos, que es la seguridad de la continuidad laboral de todos los trabajadores y el pago del sueldo de junio y el aguinaldo", indicó.

Relató que a horas de la mañana había presentes "entre 50 y 60" trabajadores camioneros, acompañados por afiliados al Sindicato Unico de Trabajadores y Empleados de Aguas Gaseosas (SUTEAGA), pero apuntó que esperan "una movilización grande" que se dirigía desde la zona de Avenida de Mayo, a menos de 15 cuadras del lugar, confirmaron fuentes policiales.

"Fuimos reprimidos por la policía", dijo Moyano a Radio América, y sostuvo haber mantenido "forcejeos" con los efectivos de esa fuerza que se encuentran en las inmediaciones de la sede diplomática.

Moyano dijo "no" haber recibido respuesta de parte de la empresa Quilmes a sus reclamos y ratificó la continuidad del paro contra esa firma, que pretenden extender a otras empresas.

“Hoy a la noche se decreta un paro nacional de todo el transporte de gaseosas, aguas minerales y afines", adelantó el dirigente gremial.

Por su parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, esperaba cerrar el conflicto entre la empresa Quilmes y el Sindicato de Choferes de Camiones (SEC), que mantiene un paro desde el jueves en la línea de distribución de la cervecera a raíz de un atraso en el pago de haberes.

En diálogo con Radio América, el ministro se refirió hoy al conflicto de camioneros, que se extendió a otras empresas además de Quilmes, como Pepsi-Cola, y que logró el pliegue del Sindicato Unico de Trabajadores y Empleados de Aguas Gaseosas (SUTEAGA), liderado por Raúl Alvarez.

Informó que la cartera "está interviniendo" en la cuestión y sostuvo que van a "intervenir en todos los conflictos que se han visto reducidos en su magnitud e intensidad, pero que siguen existiendo, como es normal y natural en una sociedad en crecimiento".

El funcionario manifestó su expectativa positiva de poder "cerrar" el día de hoy el conflicto, mediante una reunión en el Ministerio, aunque aclaró que este conflicto en particular "tiene aristas bastante Complejas".

El Sindicato de Choferes de Camiones paralizó totalmente las tareas y bloqueó las plantas de la empresa Quilmes en todo el país desde ayer en demanda del pago de "los salarios, el aguinaldo y los premios de junio", y desde las 0 de hoy extendió la huelga a nivel nacional en las firmas de aguas minerales, vinos y gaseosas.

La protesta fue iniciada el jueves último y ayer fue ampliada a la fábrica del barrio porteño de Pompeya y a las de los distritos bonaerenses de Quilmes y Zárate.

La extensión nacional de la huelga fue decidida en asamblea general realizada ayer en la planta porteña de Pompeya, e incluye a las instalaciones de Mendoza, Tucumán, Córdoba y Corrientes, entre muchas otras.

Fuentes empresarias mantienen la acusación contra "un grupo de 20 empresas distribuidoras del Gran Buenos Aires" por el conflicto y le atribuyó haber decidido "deliberadamente" no pagar los haberes para presionar por mejores condiciones comerciales.