La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, evitó confrontar con Hermes Binner y Miguel Lifschitz, pese a que el gobernador electo y el intendente se empeñaron en los últimos días en diferenciarse de ella, con la consigna de que “alguien debe callar”. Sin embargo, no se privó de pasar una factura ante el anuncio de que el socialismo armará bloque propio en el Congreso: “Me alegro de haber colaborado para que tengan nueve diputados”.

La alianza electoral con Carrió siempre fue vista con incomodidad por Binner –que llegó a decir que la votaba porque no se podía cortar boleta entre presidente y vice (el candidato fue el socialista Rubén Giustiniani)– y en menor medida por Lifschitz.

En los últimos días el gobernador electo puso en duda que la chaqueña sea líder de la oposición, mientras que Lifschitz criticó su estilo “personalista” porque él apuesta a una construcción “más democrática”.

Carrió, entrevistada por el periodista Luis Novaresio en el programa Diez puntos, de Radio 2, dijo que de ella “no van a encontrar una palabra que implique confrontación” con ambos dirigentes socialistas, porque “no hace bien al país ni a Santa Fe, que nos quiere a todos: a Binner a Lifschitz y también a mí”.

Consultada sobre las últimas críticas de Lifschitz, respondió: “No voy a juzgar, que lo juzgue la sociedad. Respaldo a los gobiernos electos de Santa Fe y de Rosario. Alguien debe callar y lo voy a hacer yo porque mi función controlar gobierno nacional y no discutir con la oposición”.