La caída de la antena de Canal 3, también alteró la rutina de trabajo que el cuerpo técnico de Newell’s había diagramado para este lunes por la tarde, en la vuelta a las prácticas luego de otra decepcionante derrota. Parte de la gigantesca estructura fue a parar sobre la entrada del predio de Bella Vista, arrastrando cables tras su desplome y dejando sin energía eléctrica a las instalaciones leprosas de zona oeste, obligando al traslado de la sesión vespertina al estadio del Parque.

Pero, no obstante, el entrenamiento rojinegro estuvo cargado de “alta tensión”. Desde el inició nomás de la práctica, allá por las 16.30, Ricardo Caruso Lombardi reunió a todo el plantel en el vestuario del Coloso del Parque y se despachó por más de media hora con vehementes frases dirigidas a los futbolistas. El disgusto del entrenador, hizo especial blanco en aquellos jugadores que cometieron el infantil error de marcación en el primer gol de Gimnasia, a través del cabezazo en libertad del defensor Lucas Landa.

Pero la catarsis de Caruso no finalizó allí, ya que luego de algunos trabajos físicos ordenados por el PF Ariel Perticarari, el técnico rojinegro volvió a hacer una ronda de futbolistas - esta vez en el césped del Coloso -, ubicándose en el centro de la misma y reiniciando una encendida alocución.

Todo esto, en el marco de las calientes declaraciones de Lombardi cuando finalizó el encuentro en La Plata, al expresar que “aquellos jugadores que no tengan los huevos suficientes para asumir la situación, tendrán que dar un paso al costado”. Por lo pronto, los futbolistas no mostraron reacción ante estos incómodos dichos y evitaron tocar el tema este lunes.

¿Se vienen cambios masivos en el equipo para jugar ante Colón el sábado? Difícil. El propio Caruso se encargó de desestimar esta posibilidad al confiar fuera de micrófono: “¿Les parece que puedo hacer muchos cambios? No tengo material para modificar demasiado, la mayoría son pibes de 20 años a los que les cuesta entender lo que es pelear el descenso”.

Después de dos derrotas consecutivas, el técnico leproso parece haber elegido el camino de la confrontación con el plantel para “moverles el piso”. Esa táctica, a veces suele dar resultados; pero en otras oportunidades, benditos “códigos del fútbol” incluidos, puede ser mala consejera.