Fuentes judiciales informaron que un testigo ratificó este martes, en el Juzgado de Instrucción 17, el contenido de un mail que él mismo había enviado a la Fiscalía el 18 de septiembre pasado. En su declaración, el hombre precisó que las empleadas acosadas por Mangeri en el edificio de Palermo podrían ser tres.

Se trata de un hombre que envió a la Fiscalía de Instrucción 35, a cargo de Paula Asaro, un correo electrónico en el que afirma que un vecino del edificio del barrio porteño de Palermo donde vivía Angeles, le contó a su madre que a él se le fueron "dos empleadas domésticas cansadas de que este señor (por Mangeri) las acosara constantemente".

En el mensaje, titulado "Dato causa Mangeri", el denunciante –cuya identidad se mantiene en reserva para preservar al testigo–, asegura: "Hace ya unos cuantos días he tomado conocimiento de un dato que tal vez sea de importancia para fortalecer la acusación contra el actual imputado Mangeri".

El hombre explicó que su madre y su padre viven en un edificio situado enfrente pero en diagonal al de Ravignani 2360, que "el caso Angeles ha conmocionado la cuadra" y "es tema obligado cada vez que se reúne la familia".

"Puntualmente en una de estas charlas familiares tomé conocimiento indirecto (a través de mi madre) sobre dichos de un vecino del edificio donde vive el portero", escribió el testigo.

El hombre además individualiza a ese vecino como el varón de una pareja de ancianos que fue grabada por canales de televisión cuando la noche del 26 de junio todos los vecinos de Ravignani 2360 fueron trasladados por la Policía Metropolitana a declarar a Tribunales por decisión del juez de la causa.

El testigo explicó que su madre se cruzó con ese vecino en la calle y le dijo: "¿Cómo le va? Qué bárbaro lo que ha pasado", y el anciano le contestó: "Señora, lo que tiene que pasar es que el portero no salga más de la cárcel".

Siempre según el diálogo que reproduce en el mail, su madre le preguntó al vecino: "Ustedes en el edificio ¿creen que fue él?", y éste respondió: "Pero señora, ¿qué le parece? A mí se me fueron dos empleadas domésticas cansadas de que este señor las acosara constantemente".

Además, en el correo electrónico el testigo relata que su madre le preguntó al anciano si él había declarado esto en tribunales, el hombre le contestó: "No, yo no voy a andar contando nada. Pero si les tuve que pedir que hagan un montón de correcciones a mi declaración porque escribieron un desastre".

Por último, el testigo reconoció que lo que él cuenta "podría ser chusmerío de viejas de barrio", pero afirma que "parece un dato objetivo que tal vez pueda chequearse", que puede "ser un aporte al esclarecimiento" o "robustecer la acusación" y se pone a disposición de la Justicia.

Voceros judiciales indicaron que el juez Ríos ahora analiza citar a declarar primero a la madre del testigo del mail y luego a la pareja de ancianos a la que supuestamente le renunciaron las empleadas por el acoso del portero.

Esta no es la primera vez que algún testigo declara que Mangeri solía piropear o acosar a mujeres del barrio.

Una empleada de una inmobiliaria afirmó que el portero le ofreció "cien pesitos" para ir al sótano, y otra mujer también denunció que su empleada, quien vive en la casa tomada ubicada junto al edificio de Ravignani 2360, le dijo que Mangeri la acosaba cada vez que pasaba.

En tanto, este miércoles a las 11.30 declarará en Tribunales el perito oficial Daniel Corach, el genetista que hizo para la Justicia los análisis de ADN que incriminaron a Mangeri.

Angeles "Mumi" Rawson (16) desapareció el lunes 10 de junio cuando regresaba de una clase de educación física hacia el departamento de la planta baja "A" del edificio de Ravignani 2360, donde vivía con su madre, su padrastro y sus hermanos.

Al día siguiente, su cadáver fue hallado en el predio de la CEAMSE, en la loclaidad bonaerense de José León Suárez, y por el homicidio fue detenido Mangeri, quien se autoincriminó cuando declaraba ante la fiscal Asaro.

Según la última Junta Médica, Angeles murió entre las 11 y las 17 de aquel lunes, sofocada y estrangulada en una maniobra que no duró más de cinco minutos, luego de ser golpeada y antes de que su cuerpo ingresara a la compactadora de basura.

Fuente: Télam