De locos. Lleno de goles. Cambiante. Con penales convertidos y errados. Con detenciones en ambos tiempos por incidentes afuera. Con errores y aciertos dentro del campo. Así fue el partido que Central le ganó este domingo a Atlético en Tucumán, donde definitivamente le mandó un claro mensaje al torneo: que es el máximo aspirante al título.
Los canallas vencieron al Decano 4 a 3 con dos goles de Diego Lagos y otros dos de Bareiro, mientras que la Pulga Rodríguez en dos ocasiones y Barone anotaron para el perdedor, que con esta derrota parece haber quedado muy lejos de la chance de luchar por uno de los ascensos. En el medio, Juan Pablo Pereyra erró un penal con el pleito 2 a 2.
Arrancó ganando desde el vestuario, Central. A los 3 minutos del primer tiempo Diego Lagos hizo una jugada de fútbol 5 en el área y liquidó a Lucchetti con un disparo fuerte y al ángulo derecho. Ese tanto le dio al auriazul la tranquilidad necesaria para manejar el ritmo del partido y nada parecía presagiar lo que sucedería en la media hora de juego, cuando Casteglione hizo un penal infantil y Luis Miguel Rodríguez cantó el empate.
Ni hablar con el segundo, obra de Barone, de cabeza, a los 37 minutos de esa primera parte. El tanto fue un baldazo de agua fría para Central, que para colmo de males observaba desde dentro del campo la locura desatada entre la policía tucumana y sus hinchas en la tribuna. Una vez pasado el cimbronazo de las balas de goma y la detención de diez minutos, la reanudación del juego trajo consigo tres goles más.
En la misma jugada de la reactivación del partido, la Academia empató por un cabezazo de Lagos. Dos minutos después, Bareiro empujó al gol con el pecho un centro desde la izquierda para colocar el sorpresivo 3 a 2. Y 120 segundos más tarde, la Pulga Rodríguez capitalizó un rebote en el área canalla y estampó el 3 a 3 con el que se fueron a los vestuarios. Adrenalina y un auténtico show de goles ese primer acto.
El complemento no se quedaría atrás. Aunque sin tantas conquistas, hubo más emociones: a los 18’, Pereyra falló un penal que le cometió Delgado. Y a los 30’, llegaría el gol del triunfo: centro de Encina desde la derecha y Bareiro que grita el cuarto con el alma. Esa conquista fue demasiado para un Atlético angustiado e impotente, que vio como los minutos se consumieron para que Central ganara un partido que lo consagra, definitivamente, como el gran aspirante al ascenso.

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