La jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, citó a los hermanos Marcela y Felipe Noble Herrera (hijos adoptivos de la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble) a dar nuevas muestras de sangre y saliva para determinar su ADN de manera "indubitada". El fin de la Justicia es cruzar ese material con los ADN depositados por 2.500 familiares de desaparecidos que sospechan que sus nietos o sobrinos biológicos nacidos en centros de detención clandestina fueron apropiados.

Los hermanos fueron citados para el próximo jueves 23 a las 9 en el Banco Nacional de Datos Genéticos, donde se realizará “la extracción directa, con o sin consentimiento, de mínimas muestras de sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras biológicas pertenecientes en forma indubitada a Marcela y Felipe Noble Herrera”, señala la resolución.

Las Abuelas de Plaza de Mayo, querellantes en la causa, indicaron que la jueza resolvió hacer lugar a la medida de prueba solicitada por la asociación que presiden, en el marco de la causa Noble.

Por el contrario, Arroyo Salgado desechó un pedido de la fiscal Rita Molina para que se dieran por buenas muestras de sangre y saliva extraídas el 29 de diciembre del años pasado en el Cuerpo Médico Forense.

Pese a que exámenes periciales realizados hace mes y medio determinaron que esas muestras contenían un perfil genético masculino y otro femenino, los querellantes plantearon sus dudas sobre su pertenencia “de manera indubitable” a los hermanos Noble Herrera por pérdida de la guarda legal.

La toma de las muestras, por decisión de Arroyo Salgado, estará a cargo de la propia directora del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), así como también "su selección, obtención, preservación y custodia".

Marcela y Felipe Noble Herrera fueron citados este jueves 23 de diciembre. Antes de la extracción "se los invitará nuevamente a aportar las muestras en forma libre, voluntaria e informada", añade la resolución.

La causa por la identidad biológica de los hijos adoptivos de la empresaria lleva ya nueve años de trámite, durante los cuales fue destituido el primer juez, Roberto Marquevich, luego de haber ordenado una breve detención de Ernestina de Noble, y apartado por moroso el segundo, Conrado Bergesio.

Los jóvenes Noble Herrera son legalmente victimas del delito de supresión de identidad y los conexos de falsificación de documento público y falsedad ideológica. La justicia busca ahora establecer la responsabilidad de Ernestina de Noble en esos hechos.