Un operativo realizado por la Guardia Urbana Municipal (GUM) terminó con la incautación de 190 pomos de pegamento de distintos tamaños y marcas que se vendían a menores de edad, en comercios de la zona suroeste de la ciudad.

A partir de varias denuncias efectuadas por vecinos y docentes de una escuela cercana a Rouillón y bulevard Seguí, se efectuaron inspecciones en cuatro comercios del barrio –quioscos y almacenes– que terminaron clausurados, tras comprobarse que sus dueños vendían pegamento a chicos y adolescentes que los adquieren con la finalidad de inhalar el producto.

Como resultado del operativo, fueron secuestrados pomos blisters y estuches de diferentes marcas de adhesivos que los comerciantes mantenían escondidos en sus locales.

En 2007, la Legislatura provincial aprobó la prohibición de vender pegamentos a base de tolueno en determinados comercios como quioscos, almacenes o supermercados, entre otros, para disminuir su consumo generalizado en menores y las graves consecuencias que genera.

La normativa establece la prohibición de venta, depósito, exhibición, expendio o suministro de pegamentos, colas, adhesivos de contacto o similares que contengan tolueno o derivados.

Desde entonces, la venta quedó limitada a ferreterías y pinturerías, y para los casos de violación de esta norma se establecen sanciones que llegan a 30 días de arresto, clausura del local y multas.