“Que la historia me juzgue, pido perdón si me equivoco, pero mi voto no es positivo”. Con esa frase Julio Cobos pasó a la historia el 17 de julio de 2008, cuando le tocó desempatar en el Senado, en su calidad de vicepresidente de la Nación –y por ende de presidente de mencionado cuerpo– la votación por las retenciones móviles.

Hoy, a cinco años de aquella jornada, Cobos reflexionó por Radio 2 sobre la actualidad argentina: sostuvo que al igual que entonces sigue existiendo una imperiosa necesidad de diálogo.

En comunicación con el programa A Diario, que conduce Alberto Lotuf, el ex vicepresidente recordó la votación que lo enfrentó definitivamente con el kirchnerismo. Señaló que fue uno de los dos momentos más difíciles de su vida; el otro, cuando fue convocado a la frontera chilena durante el conflicto por Beagle.

En la memoria de Cobos, aquella madrugada de invierno siempre quedará como “un momento de tensión innecesaria”. “El gobierno no quiso entender que se podía encontrar un principio de solución”, lamentó.



Con unas pocas palabras y en apenas unos segundos, con su voto Cobos había puesto fin en el recinto a un debate de 18 horas y a un conflicto que ya llevaba en las calles –y fundamentalmente en los campos y las rutas– 126 días de conflicto.

Se trató del acontecimiento político que marcó un antes y un después para el gobierno nacional y que terminó de dividir a la sociedad en su conjunto. Para el por entonces radical K, significó un fugaz protagonismo: era el “presidenciable” mejor rankeado en los sondeos de opinión. Ahora, de nuevo en el núcleo del radicalismo, es candidato a diputado nacional por Mendoza e incluso se muestra reconciliado con el ideólogo de la 125 y ex ministro de Economía, Martín Lousteau, a quien lo une una misma oposición a la presidenta Cristina Fernández. Lousteau también quiere una banca en la cámara Baja: se presentará en octubre con la lista (Sumá +) por la ciudad autónoma de Buenos Aires.

En un análisis retrospectivo, el ex vicepresidente sostuvo que, aunque con menor intensidad, sigue sintiendo el apoyo de la gente y que nota en el segundo mandato de Cristina, la misma falta de diálogo que durante la primera gestión. Sin embargo, no se considera un pesimista y avizora “una etapa de consolidación de los partidos políticos”. Aunque advirtió que para ello es necesario “llevarle a la ciudadanía una sola propuesta por frente”, no como el peronismo –abundó– que presenta varias expresiones: “una K, otra opositora y otra intermedia”.

Finalmente, Cobos no descartó volver a formar parte de una alianza política como la que en 2007 lo llevó a Casa Rosada.