Una nueva pericia ordenada por la Justicia Federal confirmó que la computadora portátil de Luis Medina, asesinado junto a su novia en 2013 y vinculado al narcotráfico, fue manipulada tras su muerte. Ratificaron que no se borró ni adulteró ningún archivo pero que se hicieron copias de algunos de ellos.

A poco de ocurrido el crimen, mientras se intentaba ubicar a la jueza a cargo María Luisa Pérez Vara –procesada por incumplimiento de sus deberes de funcionario público–, se desató un hecho que generó muchos cuestionamientos, judiciales y sobre todo políticos: el acceso, ahora confirmado, a la notebook de Medina por parte de funcionarios provinciales. Más precisamente por el ahora ex secretario de Tecnologías para la Gestión, Javier Echaniz, quien esta semana renunció a su cargo por otro escándalo, las denuncias por irregularidades en el conteo provisorio de las elecciones primarias.

Según informó el periodista Hernán Funes de Radio 2, la pericia fue ordenada por un juez federal que investigaba a Medina y le pidió a la magistrada a cargo de su asesinato, Alejandra Rodenas, permiso para analizar su computadora.

La Mac ultrabook fue entonces clonada, es decir, se realizó una réplica exacta de su contenido y se mandó a peritar a Buenos Aires. Allí fue que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) determinó que hubo una manipulación posterior a la muerte del empresario, donde si bien no se adulteraron datos, sí se tomaron capturas de pantalla y se habrían obtenido claves de direcciones de mail. 

Aquel 29 de diciembre de 2013, Echaniz y Martin Degrati habrían sido convocados a las pocas horas del doble crimen por la propia policía para desbloquear la Mac y el celular Samsung que tenía Medina en la habitación de su hotel. Ausente Pérez Vara –de turno, pero de viaje en Cariló– el caso fue tomado esas primeras horas por su colega, Raquel Cosgaya y después por su par, Rodenas. 

En ese transcurso los funcionarios echaron mano de la notebook, supuestamente amparados bajo una orden de la propia Cosgaya. Pero ésta lo desmintió de inmediato.

Pese a las sospechas que afloraron casi instántaneamente –y denuncias de legisladores de la oposición– el fiscal Carlos Covani, que también interviene en la causa por el doble crimen, sostuvo en una resolución del año pasado que Echaniz y Degrati no alteraron la custodia de la prueba. De hecho, señaló que ambos actuaron de manera idónea ante una urgencia y pidió que se desestimaran las acusaciones en su contra.

Sin embargo las denuncias contra Echaniz y Degrati se mantienen, en los dos sistemas judiciales –el antiguo, escrito; y el nuevo, oral– y en diez días la Cámara deberá definir dónde quedará.