Cruzar la calle y cambiar de vereda sigue siendo la opción más usada por las mujeres en Rosario, a la hora de evitar el mal trago que significa el acoso callejero de varones. Se trata de una acción preventiva de vieja usanza que aún sigue vigente: la mujer sabe que al pasar ante un grupo de hombres será objeto de risas, comentarios –groserías también–y miradas que incomodan y por qué no, pueden asustar.

La acción preventiva de la mujer en la vía pública ante el acoso callejero fue revelada, en el mes contra el acoso callejero, por las las MuMaLá - Mujeres de la Matria Latinoamericana - de la ciudad de Rosario, quienes salieron a consultar a las mujeres sobre qué acciones preventivas contra este comportamiento llevaban adelante cotidianamente. Hablaron con 202 mujeres de entre 12 y 64 años, residentes de Rosario. El 85% de las encuestadas dijo haberse sentido acosada en algún momento de su vida mientras transitaba el espacio público.

Ante la pregunta sobre qué acciones realizan para prevenir el acoso, las respuestas fueron:

- El 83% cruza de vereda al ver un grupo de hombres

- El 57% cambia de recorrido

- El 49% evalúa qué ropa usar

- El 62% pide que la acompañen

- El 66% toma taxi o colectivo para distancias cortas

Entre otras respuestas figuran:

- Llamar a alguien por teléfono cuando pasan por determinado lugar para avisar que están bien

- Caminar cerca de otras personas

- Correrse hacia adelante cuando pasa algún varón por detrás en el colectivo

- Llevar en mano un elemento para defenderse (llaves, paraguas)

- Tomar colectivos fuera de horarios pico para evitar contactos.

Del total de las mujeres que sufrieron algún tipo de acoso el 96% afirma no haber realizado denuncia alguna.

“Estos datos nos demuestran la naturalización de una de las formas de violencia de género como es el acoso callejero, el cual moldea nuestras vidas de tal forma en que nos hace tomar decisiones para prevenirlo cuando nuestra sociedad debería cuestionarlo. El mismo coarta nuestras libertades para transitar el espacio público y vivir libres de violencias, en una sociedad con mayor tolerancia e igualdad”, sostuvieron desde la organización.

Al respecto Sofía Botto, coordinadora de MuMaLá Rosario, dijo: "Las encuestas nos demuestran que muchas mujeres reconocen el acoso como una forma de violencia que han sufrido al menos alguna vez en su vida y, como consecuencia, buscan la manera de prevenirlo cuestionándose sus propias conductas, como por ejemplo el elegir qué ropa usar o no caminar por determinados lugares”.

“Ante esto, creemos que el Estado debe visibilizar el acoso callejero como una de las formas de violencia hacia las mujeres e incluirlo dentro de la Ley 26.485 de prevención, sanción y erradicación de la misma, como plantea el recientemente proyecto de ley presentado por la diputada nacional Victoria Donda. Esto permitiría, además, que las mujeres podamos denunciar estas situaciones y desnaturalizarlas", indicó.

Además, agregó "hoy en día estamos contabilizando 1 femicidio cada 25 horas, que es la forma más extrema de violencia hacia las mujeres. Por lo tanto, es muy necesario plantear la prevención y erradicación de todas esas formas de violencias presentes en nuestra sociedad para así poder modificar nuestras conductas y sentirnos un poco más libres, todos y todas".