Alfonso Severo, el testigo del juicio por el crimen de Mariano Ferreyra que estuvo desaparecido 24 horas, declaró este viernes en el Polo Judicial de Avellaneda.

"Me dijeron que me dejara de joder con el ferrocarril, que no iba a volver y que ni la Policía, los Derechos Humanos ni la presidenta me iban a salvar", dijo Severo ante la Fiscalía.

Además contó que durante todo su secuestro estuvo maniatado "en una furgoneta", donde fue "tapado con una frazada".

Según publicó el sitio Infobae, Severo contó que dos hombres armados lo secuestraron, lo metieron dentro del vehículo y "anduvieron durante 20 minutos".

Más temprano, y al salir por la mañana de su domicilio, Severo ratificó que “el mensaje fue para la presidenta Cristina Kirchner” y al ser consultado sobre si tenía previsto reunirse con la mandataria, afirmó: “Si ella quiere juntarse conmigo, yo no tengo ningún problema”.

Tras su aparición el jueves por la noche, Severo fue trasladado al hospital Finochietto de Avellaneda, donde recibió el alta médica a las 0.30 tras ser sometido a una serie de estudios, y aseguró que iba a presentarse a declarar como hizo este viernes.

El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, celebró la aparición de Severo, y agregó que “deben investigarse todas las características de esta desaparición".

"Es llamativo y merece ser investigado en todas las hipótesis", expresó el ministro en diálogo con la prensa, y en ese marco reafirmó que en el esclarecimiento del caso "no hay que seguir un solo hilo conductor y no por eso no se seguirá, porque es necesario investigar desde cero las muchas hipótesis que existen", puntualizó.