Widelene Jean, una joven representante de la Asociación Civil Haitiana, y David Chulque, de la Asociación Civil Colectividad Boliviana, fueron elegidos este lunes por la noche como nuevos embajadores culturales en el Fiesta de Colectividades de Rosario. El muchacho, nacido en Buenos Aires pero criado en un pueblo de Bolivia junto a sus abuelos, brindó un emotivo y fuerte discurso sobre xenofobia en tiempos de crisis: “Cuando falta el trabajo, el problema es el otro y no el Estado”, advirtió acerca de lo que pasa por estos días en Argentina.

David Chulque tiene 32 años y este lunes por la noche fue presentado por Alberto Lotuf como nuevo embajador cultural en el escenario mayor de Colectividades. “Yo nací en Escobar, en Buenos Aires, pero de muy chiquito me fui a vivir con mis abuelos a un pueblito de Bolivia que se llama Palca de Flores, donde pude aprender la lengua nativa”, explicó.

“Hace poco vino mi sobrina a estudiar a Rosario. Mi hermana vino hace 4 años. Yo hace 15 años que estoy acá”, agregó.

Chulque opinó que “hay un gran crecimiento de la xenofobia que en esta idea de la libertad de opinión, ha permitido que grupos impongan en este tiempo de crisis que la culpa la tiene el otro”.

“Mientras estamos bien, el que te limpia la casa, el que te cultiva las frutas o te vende la ropa, no tiene la culpa. Pero cuando hay falta de trabajo, es donde empieza el otro a ser el problema y no el Estado”, describió David desde el escenario y recibió una ovación de todos los presentes.

Este martes, David repitió sus contundentes conceptos en el programa A Diario (Radio 2): “La xenofobia, el racismo están creciendo, entonces es importante que instituciones y eventos como éste hagan hincapié sobres esas problemáticas”, aseguró.

El representante de la colectividad boliviana consideró que “es muy preocupante que figuras públicas fomenten la xenofobia; yo creo que los inmigrantes no somos el problema, todos somos uno”.

Y añadió que “si se ponen a fijar en los apellidos de este país, la mayoría son extranjeros y no de pueblos originarios”.

“Transmito el idioma quechua, porque al ser una lengua agrafa, si no se habla se olvida. La poetiza mexicana Sandra Uribe decía que si nadie nos nombra, todos iremos desapareciendo. Si nadie habla las lenguas originarias, también irán desapareciendo”, dijo Chulque por último.