El producto evita el reemplazo articular y el dolor en pacientes con dicho padecimiento hasta en 80 por ciento, ya que regenera el cartílago y tejidos dérmicos sin causar efectos adversos, resalta el doctor Edgar Krötzsch, jefe del Laboratorio de Tejido Conjuntivo del Instituto Nacional de Rehabilitación, en México.
Se trata de una composición a base de colágena y polivinilpirrolidona ideada y patentada por la ingeniera Nantzin Martínez, fundadora de la compañía. La primera sustancia se obtiene de la piel del cerdo, en tanto la segunda es un polímero soluble en agua que potencializa los efectos de la fórmula.
“En un principio, el producto fue categorizado como un cicatrizante y fibrolítico, para posteriormente demostrarse que trabaja como modulador de la respuesta inflamatoria, lo que se ha explotado al ser eficaz en la regeneración del cartílago y en el tratamiento de escleroderma localizada (endurecimiento de la piel), quemaduras y úlceras”, refiere el investigador.
Asimismo, agrega, combinado con perhidroescualeno, emoliente que se incorpora con facilidad a la piel y que es un vehículo privilegiado de transferencia de principios activos cosméticos, se empleó para rellenar vía intracutánea surcos y arrugas en la piel sin generar reacciones negativas ni rechazo.
Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología