La historia de la familia Redolfi no es la única en Rosario. El Concejo Municipal recibió en los últimos tres años diez casos de propietarios de viviendas que se enteraron que fueron catalogadas de valor histórico. Sin embargo, hay unos 6.100 inmuebles con protección patrimonial. ¿Cuántas familias no se enteraron que sus casas son patrimonio histórico?

El caso de los tres hermanos que no pudieron vender su casa ubicada en barrio Luis Agote por la catalogación tuvo su impacto en el recinto del Concejo. Desde allí informaron a Rosario3.com que en los últimos tres años se presentaron 10 familias a pedir que se tomen medidas con sus viviendas, que ya fueron declaradas patrimonio histórico. Otras dos quejas fueron archivadas antes de la discusión del Segundo Anillo Perimetral, que se llevó a cabo en el 2011.

Si bien el número no es significativo, cabe mencionar que la cifra de consultas es mayor. Ésto responde a que un propietario de un inmueble no recibe notificación alguna en caso de que sea de valor patrimonial. Sólo se puede averiguar mediante el InfoMapa (sección Normas Urbanísticas, opción Catálogo e Inventario) o a través de un Certificado Urbanístico, que se solicita ante la Secretaría de Planeamiento municipal. 

El último antecedente de una iniciativa sobre el tema en el Concejo data de agosto de este año, cuando el edil Osvaldo Miatello presentó un mecanismo de "compensación" para los propietarios de este tipo de inmuebles.

El proyecto apunta a apuntalar la cotización de una casa de valor patrimonial, ya que generalmente en estos casos los propietarios suelen recurrir al pedido de "descatalogación" ante el Palacio Vasallo. Según Miatello, en estas situaciones prima el peso de aquellos titulares de inmuebles con mayor poder económico.

El mecanismo por el concejal peronista es el siguiente: El propietario de un inmueble de valor histórico puede vender un "derecho de desarrollo" al comprador interesado, que equivale a la altura que se podría edificar en caso de que esa propiedad no fuera patrimonio histórico. Quien haya adquirido ese "derecho" podrá usar esa altura para sumársela a otra edificación, que deberá estar ubicada fuera de un área de protección histórica.

Por su parte, el concejal Jorge Boasso destacó que en Rosario se debería "recatalogar" este tipo de inmuebles. Es decir, revisar uno por uno para definir si merecen estar en el listado de casas con protección histórica. "Suceden casos de familias que dejan venir abajo su vivienda para que luego se haga una excepción, porque los estudios dan el visto bueno en ese caso si está en ruinas", precisó el radical.