Cinco paracaidístas lograron saltar y aterrizar sanos y salvos desde un avión a más de 2.500 metros de altura sobre la ciudad de Nueva York. Los deportistas lograron espectaculares imágenes de la Gran Manzana.

Auspiciado por una marca de bebida energizante, se realizó el evento inédito sobre uno de los lugares más turísticos del mundo.

Cinco deportistas utilizaron para el salto unos trajes llamados Wingsuit Flyers (trajes aéreos) donde su diseño permite controlar la dirección durante el descenso a más de 190 kilómetros por hora.

Con cámaras GoPro en sus cascos, los paracaidístas lograron espectaculares imágenes de la Gran Manzana. Una aventura no apta para cardíacos.