Un equipo de docentes de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional del Nordeste advirtió trastornos de conducta y rendimiento académico de sus alumnos y realizó un relevamiento que dejó al descubierto que el 84 por ciento de los encuestados en algún momento utilizó m edicamentos porque lo “recetaba” un aviso publicitario.

 

La investigación buscó determinar el consumo de medicamentos de la población estudiantil. La marcada influencia publicitaria de la industria farmacológica fue uno de los datos más llamativos que surgió del relevamiento.

 

El trabajo demostró que los fármacos más utilizados corresponden al Sistema Nervioso Central y al sistema Musculoesquelético. Según explicó Julio Lotero, profesional a cargo del trabajo, para los alumnos relevados “la ingesta de fármacos es sinónimo de salud”.

Entre los encuestados, el 84 por ciento reconoció que alguna vez consumió medicamentos influenciado por la publicidad; en su gran mayoría son analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos. Lotero señaló en este punto que, con esta tendencia, se produce un consumo elevado de AINEs, sustancia que podría dar lugar a la aparición de efectos adversos importantes, sobre todo en el aparato gastrointestinal.

En la investigación se examinaron a 100 estudiantes, 20 de cada año de la carrera. Los datos fueron extraídos por monitores a través de una encuesta estructurada con preguntas cerradas y abiertas. Las variables consideradas fueron edad, sexo, año que cursa, medicamento o medicamentos que consume, finalidad terapéutica, quién lo recomendó e influencia de la publicidad.

Entre las mujeres encuestadas se evidenció la utilización de un peligroso psicofármaco, el clonazepam. En una oportunidad fue tomado como ansiolítico, por indicación de familiares.

Los profesionales a cargo del trabajo indicaron: “Deberían evaluarse las causas que motivan el uso de este psicofármaco a fin de determinar la racionalidad de su utilización, debido a la posibilidad que tiene de afectar la capacidad cognitiva y el rendimiento psicofísico en el estudiante de odontología por la gran actividad manual que despliega durante su trayecto formativo”.

Además de Lotero, el trabajo fue realizado por María Sartirana, Adriana Tejero, Belén Tarallo, Ángel Torres, Pablo Montiel y Sergio Morales.

Los investigadores señalan que por cuestiones culturales y sociales de la población, la sobreprescripción y dispensación por parte de profesionales de la salud y la presión de la industria farmacéutica a través de la publicidad, muchas veces “engañosa”, hacen del uso del medicamento sinónimo de salud.

“Tal conducta creó un problema para la salud pública y para la sociedad toda, denominado ´medicalización de la salud´, explicó Lotero.

También mencionan que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce y acepta la automedicación. Pero cuando ésta es “responsable”. Y ejemplifican el uso de medicamentos de libre acceso (sin receta médica) para el alivio de síntomas poco graves como las dolencias leves de garganta, estómago u oído, y siempre y cuando esta automedicación no reemplace “el contacto del profesional con el paciente”.

En un resumen del trabajo realizado, el grupo sostiene: “Como consecuencia del advenimiento explosivo y con pocas diferencias con otros medicamentos ya existentes, nuevas especialidades farmacéuticas son estimuladas por políticas fundamentadas en el mercado y en el criterio regulatorio de oferta-demanda, sin tener en cuenta juicios de valor basados en evidencias científicas y justificaciones razonables para la conservación de la salud del hombre”.

“Se evolucionó hacia una automedicación ´irresponsable´ o autoprescripción, puesto que se deja absolutamente de lado el papel del profesional médico–odontólogo para la prevención y tratamiento de problemas agudos de salud y de algunos síntomas de enfermedades crónicas”, consideraron.

“En la autoprescripción, se deja a un lado al facultativo, y es el paciente quien decide qué medicamento tomará y contrapone a la autoprescripción, o uso indiscriminado de fármacos sin indicación ni supervisión facultativa”, agregaron.

Fuente: Infouniversidades