Alejandro Simonetto
Este jueves a las 21.30, en el salón Metropolitano, Alto Rosario Shopping, comienza la primera de una seguidilla de quince funciones que Stravaganza-Water in Art presentará en la ciudad. La obra ideada y dirigida por Flavio Mendoza articula diferentes disciplinas –como la danza, la acrobacia y la fusión de ritmos– con música en vivo y mucho humor.
Entre otras atracciones, la apuesta presenta desde una pileta hidráulica que aparece y desaparece, hasta un vestuario majestuoso y una maquillaje sofisticado.
Junto a Mendoza comparten el escenario Noelia Pompa, Gisela Bernal, Maxi de la Cruz,, Mauricio Jortack, Carlos Guede, Cristian Barbieri, Facundo Mazzei, Melina Greco y más de 50 artistas en escena.
Horas antes del debut local de Stravaganza-Water in Art , Flavio Mendoza dialogó con La Primera de la tarde (Radio 2) y contó detalles de esta exitosa obra.
—¿Cómo arrancó la idea de este proyecto?
—Yo estaba como bailarín, como coreógrafo, había trabajado para muchas compañías importantes fui el director artístico de los últimos años de Nito Artaza y estaba buscando algo nuevo, tenía como un techo no podía pasar de ahí con Nito. Un día él decide hacer una comedia y me dejó sin trabajo, en ese momento estaba muy enojado con él, hoy se lo agradezco. Estaba muy deprimido, no tenía plata, no tenía nada. Apareció la posibilidad, a través de Eduardo Giordano (dueño de Keops), de hacer cuatro fechas en su boliche de Villa Carlos Paz en enero. Dije: “Bueno vamos a ver qué pasa con esto zafo en verano”. En ese momento tiene un accidente automovilístico Hernán Piquín, en Uruguay, y me llaman para reemplazarlo en la obra que hacia ahí y acepté. Ya tenía el boliche y el teatro. Eduardo (Giordano) me comenta que estaba armando un teatro. Lo fui a ver dije: “Guau…era realmente imponente”. A la temporada siguiente él insistía con hacer algo con ese teatro. Estaba por construir el escenario y le dije: “ok…hacemos algo pero donde va el escenario no pongas nada. Ahí va una pileta”. Me preguntó: “¿una pileta?”. Sí, ahí comenzó toda esta locura.
—¿La idea era hacer algo que no se había visto nunca?
—Sí, totalmente. Ahí se sumó Ariel Diwan que es mi productor y armamos una sociedad con Eduardo (Giordano). Era un proyecto muy costoso y nadie apostaba a este espectáculo. En la argentina estamos acostumbrados a que ponen cinco caras conocidas de la tele y eso es suficiente para llevar gente al teatro. Yo veía que ya no alcanzaba solo con eso. Me parecía que había que buscar algo de calidad. Todo el mundo nos decían: “Se van a matar, se van a estrellar contra un iceberg…” porque era muy costoso todo para lo que se estaba haciendo. Y en enero ya fue una locura. Viene gente de distinto lugares, tipo tours, a ver Stravaganza. La verdad no lo podía creer. Era una locura. A mí me cambio la vida por completo como persona, económicamente ni hablar.

—¿Existe la posibilidad que la obra comience también una gira por el exterior?
—Si, después de Rosario vamos a Montevideo. Esa va a ser la prueba piloto para sacar la obra afuera. La verdad existe la posibilidad concreta de muchos países que nos están llamando para ir. Hay productores que quieren dar dinero por adelantado, es el caso de unos productores de Brasil, que quieren que firmemos un contrato por tres años para poder presentarlo en varias ciudades de allí.
—Si tenés que contarle a alguien que no tiene la menor idea qué es Stravaganza ¿Cómo la definirías?
—Qué te puedo decir. Stravaganza es como mi hijo. Es el mejor espectáculo que va a ver en su vida. Hay personas que nunca en su vida vieron un espectáculo así. No porque sea ni mejor ni peor pero este gran show no es fácil de verlo todos los días. A mí me pasó, sobre todo con gente mayor, que me dicen: “Dicen que es parecido a los espectáculos de Las Vegas”. Humildemente digo: “Salvando las distancias, puede ser.” El espectáculo pasa por muchas sensaciones, muchas emociones, te logra cautivar. Es 1 hora 35 minutos en donde estas conectado y desconectado a una cosa irreal y real muy cercana con 50 artistas en escena.