La multitud que este jueves salió a las calles para reclamar justicia y seguridad partió de los Tribunales provinciales y se concentró en la sede local de Gobernación, donde cerca de las 20.30 familiares de las víctimas del delito realizaron un acto con fuertes discursos. Hasta la plaza San Martín arribaron miles de rosarinos de distintos barrios para acompañar el reclamo y exigir acciones concretas. Se escucharon críticas al Poder Judicial, a funcionarios políticos, a las fuerzas de seguridad e incluso un pedido para que toda la sociedad siga movilizada en demanda de soluciones.

Los testimonios, atravesados por el dolor, incluyeron reclamos puntuales a jueces y fiscales, mencionados con nombre y apellido, según el caso. También hubo silbatinas e insultos cuando se mencionaban dirigentes políticos. Algunos oradores además alertaron sobre los sectores corruptos de la policía y otros manifestaron preocupación y temor por el avance narco en los barrios.

La cantidad de gente convocada frente a Tribunales, en la marcha y en la plaza San Martín conmovió a los familiares de las víctimas, que se ubicaron en las escalinatas de Gobernación para dar sus testimonios luego de la movilización.

No todos pudieron contener las lágrimas al hablar ante la multitud, algunos por tratarse de casos muy recientes. Los familiares de Fabricio Zulatto, por ejemplo, reclamaron celeridad a la justicia en medio del dolor y el llanto. La hija de Héctor Villarroel, fue breve y contó acongojada: “Lo mataron el viernes y hoy comienza mi lucha con todos ustedes”.

"Un antes y un después"

Martín, el hermano de Mauricio Brandan, el comerciante asesinado en barrio Belgrano, fue uno de los primeros en tomar la palabra y agradeció a todos los vecinos que se movilizaron por tomarse un tiempo para salir a marchar. “Desborda de gente. Demostramos que somos una ciudad de pie. Que necesitamos seguridad, que nos cuiden. A partir de ahora, será un antes y un después”, expresó entre aplausos.

Cristina Ojeda, otra de las oradoras, recordó que a su hija Laura y a su nieta Mía las mataron para robarles una playstation y un DVD. “Para mí es una emoción ver el compromiso ciudadano. Que esta no sea la última marcha. Los familiares de víctimas no queremos más sangre en las calles, queremos gente en las calles”, manifestó emocionada.

Adriana Abaca contó que en 2012 denunció a un narco de su barrio y luego de eso, sufrió varios ataques. También aprovechó para recordar a Norma Bustos, a quien “mataron luego de denunciar a los narcos de la Tablada que habían asesinado a su hijo”.

Luciana, la hermana de Gerardo Pichón Escobar, el joven que estuvo desaparecido al salir del boliche La Tienda y luego fue hallado sin vida en el río Paraná, también llevó su reclamo. “No nos confundamos cuando pedimos seguridad. Porque la misma policía que nos tiene que dar seguridad, es la que nos desaparece, nos tortura y nos arroja al río”, exclamó.

El periodista Pablo Procopio, hermano de Sandro Procopio, también estuvo en la movilización junto a sus familiares. “Toda la ciudad de Rosario está aca esta noche. En los barrios hay protestas espontáneas. Frente a gobernación, el testimonio es claro. Quiero que los reclamos de cada uno de ustedes se haga uno solo. Se tiene que saber en el país entero lo que pasa en Rosario. Basta de esconder la inseguridad. Queremos reacciones inmediatas y resultados. Sigamos en la calle ahora y hasta que este problema se acabe”, reclamó.