El arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan, volvió a manifestar su entusiasmo por la designación de Jorge Bergoglio como Sumo Pontífice. “Nos hace tener una fuerza nueva que es la que el Papa Francisco quiere darnos”, dijo sobre la situación que atraviesa la Iglesia. Además, volvió a manifestar su preocupación por las desigualdades en la ciudad y sostuvo que “hay dos Rosario”.
En diálogo con el programa A diario, que conduce el periodista Alberto Lotuf en Radio 2, Mollaghan resaltó la sencillez del nuevo Papa, que se vio reflejado en sus primeros gestos, entre ellos el de pagar la cuenta del lugar donde se alojó durante el cónclave de los cardenales.
“Seguramente saludó también a cada empleado”, dijo y contó que él se aloja en el mismo lugar, la Casa Internacional del Clero, cuando va a Roma.
“Es muy tradicional, muy económico. Y tiene la ventaja de que cuenta con una capilla ahí mismo”, explicó.
En cuanto a los primeros gestos del Papa, consideró que el pedido para salir a caminar es “muy profundo”. “Falta que la Iglesia abra sus puertas y salga a buscar”.
Además, dijo que hay gran alegría en la diócesis por la designación de Bergoglio. “Alcanza con despertar el llamado de la fe para que veamos lo hermoso que es ser cristiano”, agregó.
En cuanto a lo que le toca a la Iglesia local, remarcó que como cuando llegó a la ciudad “hay dos Rosario” –la que se ve linda en el centro y la costa y la de las villas–, y que hay que “seguir trabajando por esa gran periferia de la ciudad que necesita incluso la presencia de sacerdotes”.