Para los argentinos, como para los pueblos de tradición española, la fecha trágica es el martes 13. Para los anglosajones, sin embargo, el día fatídico es 13 pero viernes. Por eso hoy, viernes 13 de julio, en muchas partes del mundo la gente teme mirar el almanaque, evita ciertas tradiciones y prepara otros rituales para alejar la mala suerte.
En el quid de la cuestión está el número 13, que para la mayoría es sinónimo de mala suerte. Tradicionalmente se lo asocia a leyendas nórdicas hablan de 13 espíritus del mal, pero también a la venida del Anticristo y la Bestia que aparecen en la Biblia en el capítulo 13 del Apocalipsis. También suma el hecho de que eEn el Tarot este número hace referencia a la muerte y que en la Última Cena de Jesucristo, luego de la cual fue crucificado, los discípulos eran trece.
Pero no existen fundamentos científicos ni religiosos, por lo cual es simplemente un mito.
En la práctica, más allá de que sea un martes o viernes 13 en el calendario, la gente intenta no sentar a trece invitados a la mesa, no cortarse las uñas o el pelo durante ese día (nadie sabe bien por qué). En muchos hoteles en el mundo no existe el piso 13, pasan del 12 al 14 sin explicación. Del mismo modo, en los autódromos de Europa, los talleres donde los autos tanquean y cambian de llantas están numerados pero saltan del doce al catorce. Algunas aerolíneas evitan este número en sus asientos, dice que porque nadie compraba ese ticket.
Otras recomendaciones para este día tan particular: ni te cases ni te embarques ni de ti casa te alejes, ni tejas ni te mudes ni te embarques. Ni hablar de si se cruza en el camino un gato negro, al que hay que escaparle.
Tampoco habría que tener hijos. Pero llamativamente son muchos los famosos que nacieron un 13, y muchos norteamericanos incluso en un viernes 13. Margaret Thatcher, Fidel Castro, el actor Steve Buscemi y las gemelas Olsen (Mary-Kate y Ashley) son algunas de las personalidades. Y mal no les fue...