El primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, anunció hoy la retirada de las tropas niponas estacionadas en Samawa, en el sur de Irak. En una rueda de prensa televisada, Koizumi explicó que esta decisión de retirar las tropas niponas ha sido consensuada con Estados Unidos, el Reino Unido, Australia y el resto de países que intervienen en la campaña iraquí. Inmediatamente tras el anuncio de Koizumi, el director general de la Agencia de Defensa de Japón, Fukushiro Nukaga, ordenó la retirada de las tropas. Japón tiene cerca de 600 militares en Samawa, en la provincia meridional iraquí de Muthana, dedicados a labores de reconstrucción y con la prohibición expresa (por la Constitución pacifista del país) de participar en acciones bélicas. Hasta ahora, la protección de la base japonesa estaba a cargo de fuerzas británicas y australianas. Sin embargo, el primer ministro japonés explicó que el nuevo Gobierno iraquí ha obtenido ya las competencias de seguridad militar correspondientes a esa provincia de Muthana. "Hemos cumplido nuestro papel de apoyo, ayuda humanitaria y respaldo a la construcción del país, por lo que procedemos a retirar nuestras tropas", afirmó el jefe del Ejecutivo nipón. No obstante, Japón "seguirá colaborando y ayudando a esa reconstrucción de Irak junto con Estados Unidos y otros países, además de la ONU y el propio Estado iraquí", añadió. A primera hora de la mañana, Koziumi había ya confirmado la retirada japonesa en una reunión del comité ejecutivo del Partido Liberal Demócrata (PLD), en el poder.