La ONU alertó hoy de que medio millón de personas, la tercera parte de ellas niños, necesitan ayuda humanitaria urgente en el Líbano, por lo que el próximo lunes hará un llamamiento internacional de recaudación de fondos. Así lo anunció el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Jan Egeland, en una sesión especial del Consejo de Seguridad sobre el grave conflicto que enfrenta al Líbano y a Israel.

Egeland dijo que se calcula que el conflicto ha afectado a medio millón de personas, entre las que se cuentan tanto los desplazados como aquellos a los que las heridas les impiden huir. A ellos se unen unos 155 mil ciudadanos que han podido salir del país y que se encuentran refugiados en naciones vecinas, a los que también habrá que prestar asistencia.

Denunció que la intensidad de los ataques y la destrucción de puentes y carreteras impide el envío de ayuda humanitaria, por lo que exigió el fin inmediato de las hostilidades o, en su caso, la apertura de corredores para hacer llegar la atención necesaria a los damnificados.

"La guerra, el terror y los ataques a civiles tienen que detenerse. Tanto en el Líbano como en el norte de Israel y en Gaza. Demasiados civiles han perdido la vida", dijo Egeland.

Previamente, tomó la palabra en el Consejo de Seguridad el jefe de la delegación mediadora enviada por la ONU a la zona, Vijay Nambiar, quien explicó que hasta el momento el conflicto se ha cobrado la vida de 300 libaneses y 34 israelíes.

Nambiar insistió en la necesidad de alcanzar un acuerdo para cesar las hostilidades, de manera que se pueda facilitar ayuda humanitaria y dar una oportunidad de actuar a la vía diplomática para resolver el conflicto.

Egeland centró su intervención en la situación humanitaria, que ha empeorado gravemente en el Lïbano al haber sido atacada la infraestructura civil, como puentes, carreteras, depósitos de combustibles, aeropuertos y escuelas.

Especialmente grave es la destrucción de carreteras, que impide o imposibilita el acceso de la asistencia humanitaria a los necesitados, dijo.

Si bien la ONU calcula que el Líbano cuenta con trigo y otros alimentos necesarios para mantenerse entre uno y tres meses, la falta de infraestructuras dificulta su distribución.

Igualmente, explicó, los hospitales están funcionando, pero están "abrumados" por el elevado número de heridos y por los cortes de energía.

El número de personas que buscan cobijo en los refugios aumenta cada día, con lo que comienza a haber problemas de acceso de agua potable, en tanto que los dispensarios y clínicas del sur del país se están quedando sin medicamentos.

Egeland tiene previsto viajar hoy mismo al Líbano, para evaluar las necesidades humanitarias y determinar cuál será la cifra que se pedirá a los países donantes en el llamamiento que se hará el próximo lunes en Nueva York.

Las agencias de la ONU están haciendo lo posible por prestar su asistencia, explicó, entre ellas Unicef, que se ha concentrado en el suministro de agua y servicios de saneamiento, así como en el envío de medicamentos.

El Alto Comisionado para los Refugiados (Acnur) está vigilando las fronteras con Jordania y Siria para ayudar a los desplazados, y ha instalado tres campamentos en los alrededores de Beirut para los refugiados internos.

Egeland informó de que ha solicitado oficialmente a los gobiernos de Israel y el Líbano que permitan la apertura de corredores seguros para poder hacer llegar los cargamentos humanitarios a la población damnificada.

 

Fuente: EFE