Hugo Camilo (48 años), el taxista que falleció este sábado a la noche tras agonizar dos días luego de ser baleado en un intento de robo en Nuevo Alberdi, tenía tres hijos y toda una vida arriba de su taxi. El jueves, volvía a su casa tras recoger a una de sus hijas del trabajo cuando el GPS de su auto lo puso en alerta por un robo a un taxista que circulaba por la zona. “Se acercó para ayudar y le dispararon. La bala entró por una de las puertas traseras y le pegó en la espalda porque él se inclinó para proteger a su hija que iba en el asiento del acompañante”, señalaron los familiares de la víctima a Rosario3.com.

La noticia de la muerte de Camilo dejó a Rosario sin servicio de taxis. Este sábado a la noche, sus colegas, conmovidos por lo sucedido, decretaron un paro que se extenderá hasta el lunes al mediodía.

El relato de Gisele, la hija de Camilo, quien viajaba a su lado, fue clave en la reconstrucción que hizo la policía sobre lo que ocurrió el jueves a la noche en Nuevo Alberdi. La joven contó que su papá la pasó a buscar cerca de las 10 de la noche por el Sanatorio Plaza, donde trabaja de enfermera.

A pocas cuadras de llegar a la casa, Hugo recibió un alerta en su GPS por un posible robo a un colega que transitaba el barrio, quien había accionado el botón de pánico. Sin dudarlo, cambió de rumbo para auxiliar a su compañero. Al identificar el auto, se puso a la par para preguntarle al chofer si estaba todo bien. “Quedate tranquilo, no pasa nada”, le respondió su colega. En ese instante, advirtió mucha sangre en la mano del taxista y un sujeto armado en la parte trasera del vehículo.

Al darse cuenta que había sido descubierto, el delincuente se bajó del auto y empezó a disparar. Camilo aceleró e inclinó su cuerpo a la derecha para proteger a su hija de la balacera. A los pocos metros, le dijo a Gisele que estaba herido y que tenía una bala en la espalda.  Aún así no detuvo la marcha. Recién se detuvo una vez que se alejó del peligro, a varias cuadras de donde ocurrió la balacera.

Camilo fue derivado de urgencia al Hospital Eva Perón, en donde fue operado durante más de cinco horas. Tras agonizar dos días, falleció este sábado a última hora de la noche producto de las irreversibles heridas en su zona lumbar