Pablo Gavira

El mundo del fútbol se caracteriza por tener amuletos, santos, vírgenes y todo lo referente a lo que pueda acompañar a un buen funcionamiento deportivo y de suerte. Las cábalas son moneda corriente en todos los protagonistas de esta actividad. Están los que ingresan al campo de juego sin pisar la raya de cal, el que entra con el pie derecho, el que mira al cielo, el que toma agua antes de jugar, entre tantos rituales que llevan a cabo.

Los técnicos también tienen las suyas y no se quedan atrás. En Central, Miguel Ángel Russo probó con varias, desde no mirar a los rivales cuando atacan contra su arco, hasta cambiar la camiseta oficial, la tradicional, la azul y amarilla por la alternativa. Y le dio mucho resultado.

La última vez que Central jugó de "Central", llámese con la casaca a rayas, fue frente a Gimnasia y Esgrima de Jujuy; luego probó con la alternativa frente a Defensa y Justicia, desde esa jornada hasta la fecha, pasaron 14 partidos sin perder el Canalla, el buen rendimiento del equipo, el replanteo que hizo Russo, los jugadores que entendieron lo que quiere el DT, más la cábala, llamada "jugamos con la alternativa", hicieron que la camiseta blanca y azul se venda mas que la tradicional.

Según Flavio, encargado de una prestigiosa firma deportiva de Rosario, la camiseta principal "dejó de venderse en un altísimo porcentaje, ahora todos vienen a buscar la alternativa, ya que le trajo suerte al equipo".

"La venta de la camiseta a rayas azul y amarillo bajo en un 40 por ciento, la gente pregunta sobre la blanca y azul", aseguró.

Con respecto a este tema, el responsable del área de marketing de Rosario Central, Nelson Rainero, comentó: "Es impresionante la demanda que tiene la camiseta alternativa, inclusive desde la propia empresa Olimpikus informaron que se quedó sin stock,y está analizando cambiar el modelo para el próximo certamen después de junio".

Central gana por sus propios méritos dentro del terreno de juego, pero muchos creen que a la suerte por los buenos resultados hay que acompañarlos y el propio técnico dice por lo bajo, "esto es Central".