Los empleados telefónicos continuarán –al menos hasta el viernes– con el trabajo a reglamento y el quite de colaboración planteado desde el Sindicato de Trabajadores de las Telecomunicaciones (Sitratel) en reclamo de un aumento salarial. El conflicto, que afecta a cerca de 1400 trabajadores rosarinos, ya lleva casi noventa días. Es que mientras el gremio reclama un aumento del 25 por ciento, las empresas se niegan.
Por lo pronto, la promesa del Ministerio de Trabajo de la Nación de buscar una rápida solución al conflicto hizo que los telefónicos replantearan la idea original de lanzar una nueva medida de fuerza –desde que arrancó la crisis ya realizaron tres huelgas de 48 horas cada una e incluso hubo una marcha a plaza de Mayo– y decidieron, en cambio, mantener el trabajo a reglamento y el quite de colaboración.
Claudio César, secretario general de Sitratel en Rosario (que forma parte de la Federación Argentina de las Telecomunicaciones, que integran Luján, Tucumán, Chaco y Santa Fe), participó este martes de la reunión que hubo en el Ministerio de Trabajo de Buenos Aires. "El ministerio se comprometió, por el desgaste del conflicto, en esforzarse para cerrar la situacion. Ya llevamos más de 90 días", sostuvo.
El dirigente aclaró que "no se decidió ninguna medida de fuerza porque se va a esperar hasta el viernes. Esperamos ver respuestas concretas más allá de las buenas intenciones del Ministerio. Pero se mantiene el quite de colaboración y el trabajo a reglamento".
César explicó que, si bien hay atención al público, "no se hacen horas extras ni se realizan actividades fuera de convenio, lo que a las empresas le molesta". De todos modos, planteó: "El mal servicio de atención telefónica existía mucho antes del conflicto, tiene que ver con la falta de personal y de inversiones en algunos sectores. Denunciamos incluso esta situación en la Secretaría de Trabajo".
El reclamo de los telefónicos es un incremento salarial del 25 por ciento sobre el neto de bolsillo de las categorías laborales.