Luego de 17 días enterrada bajo escombros, Reshma –una de las más de dos mil víctimas del derrumbe de Bangladesh– fue rescata por un equipo de bomberos. Se encontraba en buen estado de salud.
Según publicó Télam, el siniestro ocurrido en el suburbio industrial de Savar –caracterizada por numerosos talleres textiles que elaboran indumentaria a bajo costo para las grandes marcas de los países centrales– ocurrió el pasado 24 de abril y desde entonces hasta que fue rescatada la mujer quedó atrapada entre una viga y un pilar: un bombero la escuchó gritar por ayuda y la pudieron sacar de allí. Inmediatamente le dieron agua y galletas, pero Reshma no parecía deshidratada ni famélica: durante 15 días logró alimentarse con comida que encontró cerca; los últimos dos, ya no halló más. No obstante, una vez que salió de entre los escombros, pudo caminar sin problemas. Ahora permanece internada en un hospital militar bajo observación.
“Llevaba días escuchando las voces de los miembros de los equipos de rescate. Golpeaba las ruinas de mi alrededor con palos y barras para llamar su atención. Pero nadie me oía. Era desesperante. Creí que nunca más vería la luz del sol”, recordó la mujer ".
Los datos oficiales indican que el derrumbe causó también 2.437 heridos, un número que permanece estático ya que desde la semana pasada los servicios de rescate no encuentran más sobrevivientes.
Sin embargo, el gobierno de Bangladesh cerró en los último días 18 talleres por motivos de seguridad y actualmente está preparando un borrador para corregir la Ley del Trabajo.
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas (ONU) instó a las firmas mundiales de ropa –entre ellas Primark, El Corte Inglés, Bon Marché, Joe Fresh y Benetton– que mejoren las condiciones laborales en Bangladesh, un país que cuenta con más de cuatro millones de trabajadores del ramo y unas 5.400 fábricas textiles.
Según publicó Télam, el siniestro ocurrido en el suburbio industrial de Savar –caracterizada por numerosos talleres textiles que elaboran indumentaria a bajo costo para las grandes marcas de los países centrales– ocurrió el pasado 24 de abril y desde entonces hasta que fue rescatada la mujer quedó atrapada entre una viga y un pilar: un bombero la escuchó gritar por ayuda y la pudieron sacar de allí. Inmediatamente le dieron agua y galletas, pero Reshma no parecía deshidratada ni famélica: durante 15 días logró alimentarse con comida que encontró cerca; los últimos dos, ya no halló más. No obstante, una vez que salió de entre los escombros, pudo caminar sin problemas. Ahora permanece internada en un hospital militar bajo observación.
“Llevaba días escuchando las voces de los miembros de los equipos de rescate. Golpeaba las ruinas de mi alrededor con palos y barras para llamar su atención. Pero nadie me oía. Era desesperante. Creí que nunca más vería la luz del sol”, recordó la mujer ".
Los datos oficiales indican que el derrumbe causó también 2.437 heridos, un número que permanece estático ya que desde la semana pasada los servicios de rescate no encuentran más sobrevivientes.
Sin embargo, el gobierno de Bangladesh cerró en los último días 18 talleres por motivos de seguridad y actualmente está preparando un borrador para corregir la Ley del Trabajo.
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas (ONU) instó a las firmas mundiales de ropa –entre ellas Primark, El Corte Inglés, Bon Marché, Joe Fresh y Benetton– que mejoren las condiciones laborales en Bangladesh, un país que cuenta con más de cuatro millones de trabajadores del ramo y unas 5.400 fábricas textiles.