La hermana María Jordán, con un trabajo de muchos años en el barrio Toba de Empalme Graneros, lamentó un robo sufrido en un hogar para chicos que está en construcción, en el centro que tiene allí su misión franciscana María Madre de la Esperanza. Fue con pocas horas de diferencia de otro hecho similar en una escuela del barrio Toba de zona sur.

La religiosa dijo sentir “dolor e impotencia” porque los delincuentes se llevaron “materiales valiosos” como puertas de aluminio, aberturas, ventiladores, computadoras que habían sido donadas, sillas, mesas, entre otros.

Por otro lado, Jordán lamentó que los responsables del hecho fueron “muchachos del barrio” que conocen la labor social del centro ubicado en Génova y Campbell. “Dicen que vinieron en dos carretas a llevarse todo eso”, agregó en diálogo con el periodista Sergio Roulier (La primera de la tarde, Radio 2).

Para la hermana, los delincuentes “desprecian el esfuerzo y la solidaridad de tanta gente que quiere ayudar a este Ong, esta misión de contención a los chicos de la calle”.

La religiosa calificó además a los responsables como “víctimas de un sistema que no les da oportunidades, más que subsidios y planes”. “No quieren nada más que droga y armas”, afirmó y agregó que las “familias que se van del barrio” por la inseguridad.

En ese contecto adverso, reconoció que a veces duda si seguir con su trabajo. “Me pregunto: ¿vale la pena lo que estamos haciendo?”.

“Uno lamenta lo que pasa porque se trata de un lugar abandonado. Acá hay más de 10 mil habitantes que son argentinos”, reclamó Jordán y adelantó que realizarán un almuerzo solidario para reunir fondos y continuar con la obra.