Aunque muchas mujeres deciden amamantar por los diversos beneficios para la salud que ofrece a sus bebés, una investigación reciente sugiere que la lactancia también podría ayudar con la salud de los corazones de las madres años después.

En un estudio de cerca de 300 mujeres, los investigadores hallaron que las que habían amamantado tenían muchas más probabilidades de calcificación o placa en la arteria coronaria, la aorta y la arteria carótida. Cuando la calcificación y la placa se acumulan en las arterias, el flujo de sangre se puede reducir y, si se acumulan lo suficiente, pueden causar ataque cardiaco o accidente cerebrovascular.

"Las mujeres que no habían amamantado tenían más probabilidades de desarrollar cambios que podrían conducir a enfermedad cardiaca sintomática", señaló la doctora Eleanor Schwarz, autora líder del estudio y profesora asistente de medicina, epidemiología, obstetricia, ginecología y ciencias de la reproducción del Centro de investigación en atención de la salud de la Universidad de Pittsburgh, en un estudio cuyos resultados se publicaron en “Obstetrics & Gynecology”.

Schwarz y sus colegas habían examinado anteriormente el efecto de la lactancia en las mujeres mayores, y ese estudio halló que las mujeres posmenopáusicas que habían amamantado tenían menos probabilidades de informar sobre enfermedad cardiaca. Otro estudio sobre lactancia de otro grupo de investigación informó recientemente en la revista Diabetes que las mujeres que amamantaban tenían menos probabilidades de desarrollar síndrome metabólico, un conjunto de factores que indican más riesgo de enfermedad cardiaca.

En el estudio actual participaron 297 mujeres que habían tenido al menos un bebé. Cuando se realizó el estudio, tenían entre 45 y 58 años, nunca se les había diagnosticado enfermedad cardiaca y no tenían síntomas conocidos de enfermedad cardiaca.

Los investigadores usaron dos técnicas de imaginología, tomografía por haz de electrones y ultrasonido, para evaluar la salud de los vasos sanguíneos de las mujeres.

Hallaron que el 32 por ciento de las mujeres que no habían amamantado presentaban calcificación de la arteria coronaria, en comparación con el 17 por ciento de las madres que amamantaban. Los investigadores hallaron calcificaciones en el 39 por ciento de las aortas de las mujeres que no habían amamantado, frente al 17 por ciento de las mujeres que sí lo habían hecho. También hallaron depósitos de placa en la arteria carótida del 18 por ciento de las mujeres que no habían amamantado y el 10 por ciento de las que lo habían hecho.

Luego de ajustar los datos por estatus socioeconómico, antecedentes familiares, factores del estilo de vida, factores de riesgo de enfermedad cardiaca y masa corporal, los investigadores concluyeron que las mujeres que no daban el pecho tenían cinco veces más probabilidades de tener calcificaciones aórticas que las mujeres que sí lo hacían de forma constante.

Schwarz señaló que los investigadores sospechan que el beneficio aparente de la lactancia en la salud cardiaca surge de la manera como el organismo femenino almacena grasa y cómo se libera o no después del embarazo.

"El organismo de una mujer espera atravesar el embarazo y pasar a la lactancia", explicó Schwarz. "Durante el embarazo, el organismo de una mujer almacena grasa que espera liberar durante la lactancia. Si una mujer no amamanta, su organismo tiene que enfrentar una acumulación excesiva de grasa".

El punto es que "es realmente importante intentar amamantar", dijo. "Si puede dar el pecho durante tres meses después del embarazo, sus vasos sanguíneos probablemente estarán en mejor forma años después".

Agregó que las mujeres que no pueden amamantar durante tres meses deben intentarlo al menos durante corto tiempo. "Algunas mujeres podrían sentirse abrumada por algunas de las recomendaciones de lactancia a largo plazo", aseguró Schwarz. "Nuestro estudio examinó tres meses, pero si eso no es posible, entre más tiempo pueda hacerlo, mejor".

La doctora Catherine McNeal, profesora asociada de medicina y especialista en prevención de la enfermedad cardiovascular de Scott & White Healthcare, asegura que está de acuerdo en que una reducción en la masa grasa después del embarazo probablemente sea el factor que ofrezca beneficios cardiacos para las mujeres que amamantan.

"Solíamos pensar en la grasa como material inerte, pero es muy bioactiva", aseguró McNeal. "Produce innumerables hormonas nocivas y marcadores de inflamación que afectan la presión arterial, lípidos y riesgo de diabetes".

McNeal señaló que el estudio proporcionó información preliminar "y necesitamos examinar esta área con más detenimiento, pero me emociona ver que hallaron un efecto positivo en la lactancia".

Fuente: Health Day