La marquinha es la nueva tendencia brasileña empieza a verse también en playas argentinas y uruguayas. Se trata de una particular manera de exponerse al sol.

En vez de usar traje de baño, se colocan cintas adhesivas en las partes íntimas y las marcas son más evidentes.

Según publicó Infobae, las delgadas tiras de cinta aislante bloquean totalmente el sol, lo que permite que la marca del bronceado quede mucho más visible, y así sea más destacado el contraste entre la piel bronceada y la que quedó cubierta.

La impulsora es Erika Romero, de 34 años, quien fundó este negocio en el barrio de Realengo, en la zona oeste de Río de Janeiro. Cada día recibe a clientas que hacen cola para asolearse en la terraza de la casa. La sesión cuesta 70 reales (unos 20 dólares).

Sin embargo, conseguir esta máxima demarcación posible de las líneas de bronceado puede traer consecuencias para la salud.

Y mientras calienta el sol, la "moda" se extiende.